Hablando de las pasadas vacaciones escolares siguieron haciendo de las suyas los rateros de escuelas llevándose equipo y material complementario en la enseñanza de los escolapios.
Mi columna
Fallan por indolencia
Por Carlos Robles Nava
Hablando de las pasadas vacaciones escolares siguieron haciendo de las suyas los rateros de escuelas llevándose equipo y material complementario en la enseñanza de los escolapios.
No tienen la culpa los indios o sean los rateros, sino el o los que los hacen compadres o sean quien y quienes no hicieron caso a la Secretaría de Educación en el Estado.
Con bastantes días de anticipación las autoridades educativas de Coahuila, a través de distintas instancias, fue insistente al recomendar que el último día de clases todos los objetos de mayor valor que hubiese en los salones del plantel, fuesen llevados a las bodegas o almacenes habilitados como resguardo.
Hubo directores y maestros de grupo de diversos centros educativos que hicieron caso omiso a los exhortos de la SEDU y ahora pagan las consecuencias, aunque en realidad quien paga es el contribuyente, pues habrá que reponer lo robado y eso se hace con recursos públicos que bien pueden servir para otras muchas cosas que pagar los robos por culpa de la desobediencia de algunos mentores.
Hubo casos, como en Monclova, Coahuila, en donde a las 48 horas de iniciarse el período vacacional de verano, se denunció el robo cometido en dos escuelas, víctimas del desaire que se hizo a las bodegas de resguardo.
Uno de los latrocinios por esa indiferencia e irresponsabilidad de las escuelas visitadas por las ratas, fue en las escuelas, de la colonia La Sierrita, de donde se llevaron los delincuentes las respectivas Enciclomedias.
Es tiempo, que además de las recomendaciones, llamados, exhortos, etc., de las autoridades estatales de Educación, es necesario tomar otras medidas, ya que los robos está comprobado que se cometen por desidia y hasta flojera de algunos profesores que irresponsablemente hacen oídos sordos a que por seguridad los equipos complementarios de la enseñanza como computadoras, Enciclomedias y otros sean llevados a los almacenes o bodegas de resguardo.
Es imposible que las autoridades municipales dispongan de un policía en cada centro educativo, ya que no completaría de personal de seguridad, además de que dejarían desprotegidos de vigilancia otros muchos sectores y lugares.
Hay sugerencias y propuestas en el sentido de que escuela robada, que paguen los directores y maestros de grupo, sobretodo en todos los casos en que fueron notificados y enterados de que la SEDU habilitó almacenes y bodegas para proteger de la delincuencia los aparatos y el equipo en general de las escuelas.
La SEDU, realiza un costo muy elevado para contratar como renta los espacios declarados como “resguardos”, por cierto, muchos de estos no son ocupados en su totalidad y ni siquiera a su mediana capacidad.
Cada período vacacional, es el mismo problema, las mismas denuncias, e igual y irresponsabilidad y desaire a lo que dispone y ordena la Secretaría de Educación en Coahuila, lo que obliga a actuar con mayor energía, ya que lo gastado en renta de locales como resguardo, bien podría aplicarse a mejoras físicas a los mismos planteles que en muchos casos requieren de elevar las bardas perimetrales, de impermeabilización de algunas aulas, embanquetados y en fin de otras muchas mejoras.
Los ladrones no perdonan, aunque lo peor e injustificable es que habiendo dónde proteger lo que les interesa llevarse a los ratas, no se utilicen.
Hay que esperar éstos períodos vacacionales para hacer de las suyas multiplicándose los latrocinios en las escuelas, siendo injusto que los recursos públicos se gasten y cubran indiferencias e irresponsabilidad de ciertos maestros de grupo y directores de planteles educativos.(www.intersip.org)