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Guillermo Robles

Bastaron cuatro para acabar con imagen

A sus casi dos años al frente del país, el Presidente Enrique Peña Nieto, se dedicó a viajar por el mundo para dizque promocionar al país o al él mismo, pues fueron muchos sus reconocimientos a nivel internacional que recibió y, además posando en revistas reconocidas al nivel mundial.

OPINIÓN

Por Guillermo Robles Ramírez

Bastaron cuatro para acabar con imagen

A sus casi dos años al frente del país, el Presidente Enrique Peña Nieto, se dedicó a viajar por el mundo para dizque promocionar al país o al él mismo, pues fueron muchos sus reconocimientos a nivel internacional que recibió y, además posando en revistas reconocidas al nivel mundial.

            Mientras se pavoneaba entre la élite de la política extranjera y diferentes organismos en donde cayó a la exageración confundiéndose todo proyecto inicial que era para el beneficio de México, fue perdiendo la esencia quedando en dudas si era promoción del país o a su persona en donde se alimentaría su vanidad.

             Con reformas que supuestamente habían sido tabús durante décadas caminaría un nuevo México pero sin pensar en el fondo de las consecuencias y los tiempos que los mexicanos necesitaban. El problema nunca fueron las reformas porque sí son necesarias; pero lo cuestionable siempre fueron los modos y que tan profundos eran para considerarse como reformas o resultó ser un mero parche al estilo de siempre, es decir hechas al vapor y con un convenio entre los diferentes partidos  por medio del “Pacto por México”, para que éstas fueran aprobadas contando con una mayoría de consenso tanto en las Cámaras de Diputados y Legislativo sin ningún problema.

            Le apostaron a la mercadotecnia y la imagen de nuestro país quedó plasmado en la imagen de un Presidente de México en la portada de una revista conocida a nivel mundial con su eslogan “Saving México” y reconocimientos como “Ciudadano Global”, “Premio Estadista Mundial 2014”, entre otros en donde se admiraba la democracia  y avance estructural de nuestro país.

            Mientras que en el exterior la imagen de México estaba muy por encima del cielo; los mexicanos vivían otra realidad a la que tal pareciera que los medios de comunicación nunca impactaron o hicieron eco ante los ojos internacionales para detectar los problemas  del interior y el continuo sufrimiento de los connacionales ante una inseguridad alimentada por la pobreza, por una parte y la otra, su efecto rebote a la falta de incentivos fiscales hicieron de nuestros empresarios tomar medidas de sobrevivencia con despidos masivos, eso para quienes tuvieron oportunidad de sostener su patrimonio pero otros que no contaron con la misma suerte prefirieron cerrar y unirse a la informalidad para poder llevar lo necesario a sus familias.

            No fue hasta la desaparición de 43 normalistas en Iguala, Guerrero y la matanza de 22 personas en Tlatlaya, estado de México cuando el mundo abrió los ojos en donde la verdadera imagen de nuestro país quedó aún peor de lo que se tenía y si eso fuera poco lo mismo sucedió en el Vaticano en dura declaración ante los medios deplorando los actos sucedidos pero sobre todo la nula reacción de Enrique Peña Nieto, hasta después de cuatro días de lo sucedido fue hasta entonces que se vio movilización por parte del Gobierno Federal y ante los ojos del mundo mal visto que un presidente de su nación viera las atrocidades como algo ajeno y minimizando con su silencio como si tratase de un problema de otro país para no ser afectada la imagen del país.

            Se salió del control del Gobierno Federal al restarle importancia lo publicado en diferentes medios de comunicación, columnistas editorialistas y líderes de opinión, comunicadores del país que para los observadores internacionales lo que para ellos fue solamente un hecho “aislado” que salió a la luz pública a diferencia de quienes vivimos en México y que ya no es algo extraño de ver sino cada vez se convierte en tema cotidiano, llenos de preocupación ante la inseguridad, abusos en sectores vulnerables, pobreza, desesperación e impotencia ciudadana es lo que se vive día con día pero que lamentablemente la desaparición de los normalistas y la matanza de 22 personas vino a destapar la verdadera cloaca que existe en nuestro país y descalificado para el mundo quedando por los suelos no solo la imagen de México sino la del mismo Presidente, Enrique Peña Nieto, a quien consideran como un líder nacional egoísta que solamente quiso mostrar al mundo un México ficticio ajeno a los derechos humanos y el tema de la seguridad apartado de la agenda internacional como rubros tóxicos para la imagen internacional de nuestro país.

            Ahora bien esto todavía no termina ya que después de sus casi más de treinta días encuentran a los no confirmados normalistas calcinados pero todas las tesis indican que lo son hasta revelar los resultados del ADN para identificarlos, pero éste hecho revive en la conciencia de la historia de la humanidad la peor pesadilla de ellas que fueron los hornos de Hitler pero ahora en México en donde evidentemente las formas fueron diferente pero el resultado final es el mismo: La calcinación masiva de humanos.

            Lo que en sus casi dos años construyó  Enrique Peña Nieto, tanto la imagen del país como la de él mismo en el exterior se vino al suelo en tan solo cuatro días y aun así atrapando al expresidente municipal de Iguala, continuará siendo tema de qué hablar al extranjero pero sobre todo México está condenado a las prácticas deshumanas en donde criminales y autoridades trabajan en sinergia para los mismos propósitos, éstos hechos que al día de hoy no se ha medido el impacto que esto representará para los inversionistas extranjeros que por temor de estar en nuestra nación han perdido el interés ya que para ellos lo que sucede en un Estado o una ciudad como la toma de calles, aeropuertos, la matanza, la calcinación de seres humanos, etc., lo consideran que es algo que está sucediendo en todo México, es decir, en cada Estado de la república y rincón del país.

            La preocupación de los congresistas estadounidenses por la inseguridad que se vive en México ha llegado tan lejos que no hay poder humano que los convenza de lo contrario, situación que afecta también a los gobernadores del país que se encuentran tocando puertas con otras naciones para invitarlos a invertir, pero serán muy lamentables los viajes sin frutos porque no hay manera de asegurar el abatimiento de la inseguridad que impera en la nación. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org