OPINIÓN

            Por Guillermo Robles Ramírez

            Las piden y luego no las quieren

            En las Presidencias Municipales del país existen en su mayor parte Departamentos que están acostumbrados a manejarse con sus propios criterios y sobre todo con total ignorancia con respecto a sus funciones cayendo en contrariedades que por simple lógica no requiere de tanto estudio.

            Aunque son muy pocas aquellas entidades que le dan una importancia congruente a lo que se dice la mayor de ellos caen en el olvido de sus funciones, pero eso sí, solamente se mencionan dentro de los discursos políticos porque en sus agendas políticas éstas son olvidadas por no ser populares.

             En este caso nos referimos a lo que compete la ecología, en donde todo alcalde menciona su importancia con el entorno social aparte de embellecer a las ciudades solamente en sus avenidas principales o bulevares.

            En la parte en donde entra la incongruencia de sus acciones y discursos es en cada una de las colonias y fraccionamientos que tiene cada municipio del país ya que por reglamento siempre le piden a la constructora o inmobiliaria que de cada proyecto tenga contemplado un porcentaje del terreno total como propiedad del Ayuntamiento porque pertenece a área verde.

            ¿Alguna vez ha visto el suyo?, lo más probable es que su respuesta sea que no, pero eso no significa que no lo tenga ya que primeramente las Presidencias Municipales, siempre se lo exigen celosamente al constructor, pero una vez que son recepcionadas por parte de las autoridades éstas nunca le quieren invertir.

            Así que, si dentro de su colonia existe un terreno baldío todo descuidado, no se preocupe, no se trata de algún vecino descuidado que no ha querido limpiarlo o dentro de poco alguien ira a fincar ahí, sino todos esos espacios reclamados por los municipios son los considerados como espacios verdes, propiedad de los ayuntamientos.

            Ahora bien, en el mejor de los casos últimamente para que las autoridades puedan justificar sus áreas verdes dentro de sus colonias, han instalado juegos de diversiones de pésima calidad en donde el columpio, así como el pasamanos infantil, y resbaladero en poco tiempo se ven destrozados y oxidados, por ende, abandonados.

            Pero aquellas autoridades que se animaron a plantar vida vegetal solamente les dio imaginación para poner puras plantas cactáceas o de la familia de las agavavaceae como son el agave amarillo o pita, la lechuguilla, la yucca o itabo, el maguey, entre otros más ya que éstos no requieren de mucha agua, pero lo peor del caso es que éstos al poco tiempo se secan porque ni siquiera el Departamento de Parques y Jardines, o bien de Ecología se preocupan por regarlas ya que de acuerdo al criterio de ellos solamente  están obligados a regar la de los camellones de las avenidas principales.

            Solamente aquellas colonias residenciales cuya organización es por medio de una asociación civil de colonos y con poder adquisitivo pueden dar mantenimiento a las áreas verdes del municipio, pero con recursos de los colonos o bien con actividades o gestiones realizadas a programas federales.

             Es incongruente y no se vale que la misma autoridad local pida a los fraccionadores o colonias sus áreas verdes, y una vez que las tienen ni siquiera son para embellecerlas, o contribuir a la ecología y aquellas en donde plantan vida vegetal ni siquiera son para mantenerlas vivas, dejándolos al olvido como si no las quisieran más.  (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org