Justos por pecadores
Por Liliana García Navarro
Este año 2020 ha pasado de noche en muchos aspectos, podría decirse que no cuenta. Es el año fantasma gracias al Covid-19 que paralizó el mundo; aunque solo para algunas personas porque hay otras que no les importo, y siguen su vida como si no pasara nada en el mundo; corriendo riesgos, poniendo en peligro su salud y la de los demás.
Me refiero a las personas que no usan cubrebocas, no se cuidan literalmente les vale la pandemia y siguen festejando haciendo reuniones “dizque” familiares con un mayor número de personas, saliendo a la calle haciendo literalmente una vida normal cuando no lo es.
Habiendo una pandemia a nivel mundial, afectando en todos los rubros y solo por mencionar uno de ellos que es la educación, en donde más ahora que ya termino el ciclo escolar 2019-2020 saliendo todos aprobados de nivel académico como si nada pasara, gracias al Covid-19.
¡Claro!, no por la dedicación de los alumnos de estudiar en casa; si no fue una decisión que tomaron las autoridades educativas dando el pase automático para no meterse en problemas con los padres de familia.
Esperemos que el nuevo ciclo escolar 2020-2021 sea diferente, y ya pueda haber clases presenciales y no virtuales para que no haya más reprobados en conocimientos, pero aprobados por el sistema educativo, pero lo más importante que puedan regularizar sus estudios y las autoridades educativas no hagan caso de los padres de familia que “dizque” no quieren que haya clases presenciales, para no arriesgar la salud de sus hijos.
Cuando en la vida cotidiana hacen lo contrario dejando que sus hijos jueguen en las calles reuniéndose a veces hasta 15 niños jugando en parques de colonias cerradas. Descuidándolos totalmente dejando que hagan lo que quieran, hasta jugar con la basura, tierra, lodo, pudiendo contraer no solo el Covid-19, si no muchas otras enfermedades, porque en esos parques es bien sabido que en esos espacios de áreas verdes muchos adolescentes y adultos hacen sus necesidades fisiológicas cuando están borrachos en esas fiestas nocturnas, encontrándose de todo como son vómitos y condones usados, orines de mascotas y eses que no las recogen sus dueños; mientras que los padres de familia se quedan confiados que son plazas de colonias no tienen nada de malo.
Entonces cual es el caso de que las escuelas estén cerradas siguiendo clases virtuales y no presenciales; si estando en sus propias casas se exponen y las madres como si nada diciendo “déjalos son niños” o “no tiene nada de malo son niños”.
Ahora ya son vacaciones y familias irresponsables salen de viaje como si nada pasara, yendo a playas, cabañas, hoteles, zonas turísticas, como si todo fuera normal.
Pero realmente a qué les va a saber esas vacaciones si no pueden disfrutar al 100 por ciento, porque tienen que usar cubrebocas o al menos que te valga y no lo uses, para después estar con la cruda moral o con incertidumbre si fueron contagiados por el Covid-19. El hecho de que se haya reactivado la economía, vuelos, hoteles, zonas turísticas, esto no quiere decir que el Covid-19 haya terminado, porque el día que termine será cuando exista una vacuna.
Este virus aún sigue en este mundo haciendo de las suyas cobrando vidas y así seguirá, e insisto hasta que no haya una vacuna. Mientras tanto hay gente que le gusta correr el riesgo siendo irresponsables de ellos mismos y de los demás.
Al final la decisión es de cada quien, si quiere hacer caso omiso a las medidas de las autoridades locales, estatales, federales de salud, así como la OMS y hacer como si la vida fuera normal sin Covid-19, hay será muy su decisión. Pero no ponga en riesgo a los demás. Porque hay gente que si se cuida y no es justo que por los que no se cuidan, paguemos los que sí nos cuidamos.
La vida ya no es normal, ahora se le llama “la nueva normalidad” aprender a vivir con este virus cuidándonos y cuidando a los demás por respeto a la humanidad. Respetando protocolos y medidas de seguridad de cada entidad federativa. Hasta que haya una vacuna en el mundo y todo esto termine. Mientras tanto usted tomará su propia decisión de ser responsable o no, pero recuerde que, si no lo hace, también otros que piensan igual de irresponsables y pueden infectar a un familiar de ustedes, en caso de que no sean ustedes mismos. www.intersip.org
