En éstos momentos, seguramente no hay mexicano alguno que no tenga a  flor de piel la indignación de los excesos de abusos por parte de las autoridades, instituciones de gobierno, funcionarios públicos, gobernadores y ahora hasta del mismísimo Presidente, Enrique Peña Nieto.

OPINIÓN

Por Guillermo Robles Ramírez

Ni con jabón se limpia la imagen

En éstos momentos, seguramente no hay mexicano alguno que no tenga a  flor de piel la indignación de los excesos de abusos por parte de las autoridades, instituciones de gobierno, funcionarios públicos, gobernadores y ahora hasta del mismísimo Presidente, Enrique Peña Nieto.

            Hay quienes desde su óptica consideran excesivas las manifestaciones por la muerte de los normalistas de Iguala, Guerrero e indiferencia con el caso de la desaparición de los 300 personas en Allende, Coahuila, que se revivió ante el movimiento en el sur del país, simplemente por el número de personas que hasta ahorita no hay indicios de muerte o que continúen vivos.

            Desde mi particular punto de vista, considero que fue una mezcla de ingredientes como la situación paupérrima económica por la que atraviesa México en todos sus sectores de producción, la percepción de inseguridad que viven los mexicanos muy a pesar a las estadísticas en donde los estándares que poseen un título universitario, el incremento de impuestos que se siente al momento de sumar quienes hacen la recaudación, es decir, el SAT, IMSS, gobiernos estatales y municipales, el incremento de precios en la canasta básica motiva que sigue siendo insuficiente el salario mínimo, la burocratización en las dependencias de gobierno infectada con la corrupción en ellas, injusticias legales, los excesos de la ostentosidad de los políticos en la que sin empacho y a la vista de todos sobre- sale la vida de lujos y el adquisición de propiedad o negocios, etc. La lista podría continuar e imagínese que fueran los ingredientes para cocinar algún alimento y lo licua todo para meterlos posteriormente a una olla express  y  se deja a fuego lento sin nunca destaparlo o apagar la lumbre, evidentemente pasará lo que por lógica tendría que suceder: ¡Explota!

            Eso fue lo que sucedió en donde la gente ya está harta y detrás de todas esas manifestaciones que en apariencia se tratase de un solo tema, los normalistas de Guerrero, en el fondo existe una cadena de problemas sociales ocultos en donde el abanderado de la causa es la muerte de estudiantes.

            El tema es más complejo y su fondo de lo que parece en donde será insuficiente la creación de una comisión en donde la gente ya sabe de antemano que son creadas para no solucionar nada sino nada más para callar y se entretengan los mexicanos inconformes.

            A eso hay que sumarle el caso de la “Casa Blanca” de Angélica Rivera, en donde desde el punto de vista de la Presidencia de la República, está cerrado para ellos por el simple hecho de pertenecer a nombre del Grupo Higa lo mismo que la otra propiedad está a otra empresa. Ante los ojos de los mexicanos nunca estará cerrado y dejando al descubierto la evidencia de la existencia de muchas gaviotitas de las primeras damas en el país, sin importar el color del partido político en donde no se puede ocultar la mejoría de imagen con maquillistas y estilistas exclusivos, vestimentas ostentosas, al igual la compra de vehículos de lujo de recientes modelos.

            Los cambios que se harán en el gabinete y/o estructura de la administración de gobierno de Enrique Peña Nieto, serán insuficientes para recuperar la confiabilidad de los mexicanos y mucho menos cambiará la imagen de lo que al día de hoy es solamente un inicio de la verdadera cara del gobierno federal de México ante el mundo, afectando evidentemente cualquier tipo de inversión extranjera por la inestabilidad social a la que pretenden maquillar con publicidad institucional del gobierno federal y la omisión de profundizar en los temas de interés al público, simplemente hay cosas que ni con el mejor jabón se puede lavar como la ofensa a la inteligencia y dignidad de los connacionales porque el silencio de muchos no significa la carencia de inconformidad de los mexicanos, sino todo lo contrario. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org