Coahuila no es ningún oasis turístico. Definitivamente que no lo es, y el poco que viene se espanta y no regresa cuando llega a la entidad. A éste lo ahuyentan muchos de sus malos hoteleros por el incumplimiento de sus «promociones», el mal servicio y su despectiva atención.
OPINIÓN
Por Guillermo Robles Ramírez
Se lo acaban y lo ahuyentan
Coahuila no es ningún oasis turístico. Definitivamente que no lo es, y el poco que viene se espanta y no regresa cuando llega a la entidad. A éste lo ahuyentan muchos de sus malos hoteleros por el incumplimiento de sus «promociones», el mal servicio y su despectiva atención.
La Secretaría de Desarrollo Económico, reunía a los hoteleros de Coahuila, por medio de la ya desaparecida Secretaría de Turismo sobre todo los de la región sureste, cada seis meses para establecer los mecanismos para fomentar el desarrollo de la economía por medio del turismo.
Durante todo ese tiempo nunca lograron los hoteleros comprometerse a mejorar sus servicios y en teoría a cobrar tarifas preferenciales o de promoción para los fines de semana, mientras que el gobierno estatal publicitaba la promoción del turismo del estado durante todo el año.
En ese entonces cuando existía la Secretaría de Turismo dentro de los convenido con los hoteleros crearon campañas publicitarias en diferentes medios electrónicos, prensa escrita y por vía Internet, dando rienda suelta a su difusión dentro y fuera del estado para invitar a conocer los Pueblos Mágicos como Parras de la Fuente, Cuatro Ciénegas, Arteaga y Viesca.
Hubo coahuilenses y fuereños que creyeron en la promoción de tarifas baratas y buenos servicios hoteleros tanto en Saltillo, Torreón, Piedras Negras, Monclova como Cuatro Ciénegas principalmente éstos municipios por tener mayor cantidad de hoteles de la entidad y cayeron en la trampa y claro, en el fraude que se cometió, pues de hecho muchos de los hoteleros que se comprometieron en el convenio de ese entonces la promoción incumplía en cada uno de sus compromisos.
Su problema radica principalmente en la falta de continuidad en la comunicación organizacional puesto que ante dichos convenios son pocos quienes sabían de ello, porque no eran bien informados pero tampoco el personal estaba capacitado para tener el contacto directo con el cliente que es el departamento de recepcionista.
Es muy común que cuando al turista le interesa una promoción manejada por las autoridades estatales de turismo en un común acuerdo con ellos sobre una tarifa preferencial, siempre las personas que estaban encargadas en dar los precios ponen sus caras de sorpresa y desconcierto, pero sobre todo, desconocían de la existencia de una promoción y ante la inexperiencia de manejar la situación mandan hablar al gerente para que el interesado de pagar el servicio de hospedaje, volviera nuevamente a dar una explicación para entonces poder ser acreedor de la tarifa especial.
Sin importar el número de estrellas que tenga el hotel es sorprendente la cantidad de ellos en donde los recepcionistas no tenían conocimiento sobre los convenios que se hacían con la desaparecida Secretaria de Turismo y la mayoría de las veces su única salida era el argumento de un error en la impresión o la difusión de la publicidad. Era común encontrarse también con situaciones en las que no se daban facturas con Registro Federal de Causantes, con el pretexto de que estaban en proceso de reestructuración administrativa situación que terminó con la nueva reforma fiscal.
Pero así como éstas situaciones que se presentaban en el pasado existieron otros más que lo único que demostraron fue la irresponsabilidad, al igual que la falta de ética y profesionalismo de nuestros hoteleros coahuilenses, quienes no supieron respetar en su tiempo los convenios que hacían con las autoridades gubernamentales, pero sí en cambio, públicamente se quejan de que el gobierno no les hacía promoción para atraer más turismo.
Ahora amargamente se quejan de la desaparición de su Secretaría de Turismo en donde durante años nada más le sacaron dinero y provecho a las circunstancias incumpliendo en los compromisos con el Gobierno del Estado de Coahuila y ahora que se integra a la Secretaría de Desarrollo Económico con un solo presupuesto están arrepentidos porque se les acabó una fuente de ingreso fácil lleno de vicios en donde sola una parte salía ganando.
La promoción turística, debe quedar claro, no se hace sólo en papel, sino con hechos y realidades que en el caso concreto de Coahuila se cumple con lo primero, más no con lo segundo, pues en la realidad y en los hechos, los hoteleros espantan y ahuyentan con sus mentiras e incumplimientos al poco turismo que llega a la ciudad, dependiendo del municipio que sea. Esto sin contar los servicios mediocres, al igual que el mal trato y déspota que los empleados dan al poco turismo. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org