Mi Columna
Nunca se han ido
Por Carlos Robles Nava
Los alcaldes coahuilenses en cuyos municipios se ha avanzado de manera preponderante en el combate a los cárteles de la delincuencia organizada, no deben levantar la guardia o confiarse cantando victoria sobre un cáncer que sigue en Coahuila.
El propio gobernador, Rubén Moreira, ha estado tratando este asunto con cautela y cuidado, sobre todo, persistiendo hasta el cansancio en redoblar los esfuerzos conjuntamente que Estado y Municipios en coordinación con las fuerzas militares y policías especiales entrenadas exprofeso, porque la delincuencia organizada no se ha ido totalmente de la Entidad, siendo esta recomendación lo más sensato e inteligente si es que se quiere garantizar el retorno de la tranquilidad a la comunidad.
La delincuencia organizada o sean los mafiosos de los cárteles continúan operando en los principales municipios de la Entidad, aunque en estas últimas épocas lo hacen sin “asomar demasiado la cabeza”, operando en el comercio de las drogas de manera oculta, pero lamentablemente con mucha eficiencia que se nota en la demanda que no ceja de los estupefacientes que se venden al menudeo, pero hartamente.
Es una verdad que en Coahuila se han terminado y quedado en el pasado las violentas persecuciones y balaceras que por algunos años se enquistaron particularmente en Saltillo y Torreón, esto resultado de la persistencia del Mandatario Estatal de acabar con esta lacra que se resiste a dejar la Entidad.
Para confirmar y un ejemplo de que la inseguridad sigue y se mantiene en Coahuila, solo hay que leer y escuchar a los medios de comunicación y me refiero a los impresos y electrónicos, (televisión y radio) que no hay día que pase sin enterarnos de la aprehensión de vendedores de drogas, de ejecutados tirados en la vía pública, de la aprehensión de “puchadores” y, hasta, el encarcelamiento de jefes de algunos de los cárteles más importantes que operan en la Entidad.
A lo anterior hay que agregar que, aunque de manera silenciosa y con harto sigilo por sus “ejecutores”, continúa el “tiradero” de cuerpos sin vida asesinados y encostalados de sicarios y malandros de los grupos competidores en la venta de drogas.
Casos concretos los tenemos principalmente en los municipios de Torreón, Piedras Negras, Saltillo, Acuña y Monclova, en donde a diario se reportan actividades ilícitas y combate a esos malandros.
Recientemente, el Departamento de Estado de la vecina Unión Americana, levantó la alerta sobre inseguridad, primero a Saltillo y recientemente a Torreón, lo que lógico levantó el ánimo a sus respectivos Presidentes Municipales, Isidro López Villarreal y Miguel Ángel Riquelme Solís.
Aunque dichos alcaldes tienen sobrados méritos de festejar y alegrarse de que los vecinos del Norte, retiraron el “ambar” o alerta para que sus connacionales puedan visitar o hacer su paso por esas dos comunidades coahuilenses, no deben olvidar que los cárteles o sean los principales comerciantes de enervantes, siguen imperando en Coahuila, aunque de manera camuflajeada o subrepticiamente, pero con mucha efectividad, porque repito, sigue operando en la Entidad y no hay que bajarla guardia. (www.intersip.org)