Mi Columna
¿Recibió línea?
Por Carlos Robles Nava
Las leyes mexicanas y, en particular aquellas que supuestamente deben sancionar con rigor la muerte de un ser humano, figurando entre éstas las sucedidas en percances viales, aunque en estos casos específicos se analiza una serie de circunstancias, se doblegan a caprichos, compromisos, intereses económicos y un sin fin de marrullerías en donde el saldo de estos hechos se reduce a acciones en que las leyes se convierten en “leyes nylon”.
Tal es el caso de la joven Alejandra Valdés Avalos, que hace ocho días mató a uno y a otro lo dejó gravemente herido, al arrollar a dos empleados municipales cuando desempeñaban su trabajo consistente en regar los jardines de los camellones centrales de las arterias de Saltillo Coah., y de quien desde un principio los medios de comunicación, sin excepción, resaltaron que el motivo del fatal percance fue el estado de embriaguez de la conductor mencionada.
La responsable del doloroso suceso se fugó del lugar de los hechos sin brindar auxilio alguno y abandonando a sus víctimas de su imprudencia para esconder su estado anímico o etílico, es pregunta que se hacen familiares, amigos y desconocidos en desacuerdo de la pretensión de dar un giro a los hechos.
Una semana después del dolor que sufrieron las dos familias de las víctimas de esta tragedia, pretenden las autoridades de la justicia desmentir que la conductora Valdés Avalos, no andaba borracha.
En estos hechos hay que analizar la rareza de si todos los medios de comunicación recibieron línea o “instrucciones” de coincidir en publicar que Alejandra, la conductora responsable, andaba beoda y la pregunta sería, para qué.
La segunda interrogante es si la Juez quien lleva el caso y que a partir del lunes de esta semana recibió “línea” u órdenes de sus jefes inmediato para visitar algunos medios de comunicación, entre ellos, estaciones de radio para asegurar que la conductora no manejaba en estado etílico.
Como tercera versión y es la que ha cobrado más fuerza es la de aminorar las causales de la muerte de Antonio Villegas, que perdió la vida en el percance y Enrique Guerrero, que quedó mal herido en el “encontronazo” por alcance sufrió el camión pipa de donde con una manguera regaban los jardines, cumpliendo el trabajo para llevar sustento a sus familiares.
Las familias del occiso y de la segunda víctima que sigue en el hospital sin poder recuperarse de las graves lesiones que recibió en sus piernas, han negado el perdón a Alejandra, mismo que de haberse otorgado, facilitaría las condiciones a la juez penal para soltar como ya lo hizo a Alejandra, a condición de llevar un “brazalete”, que de ninguna manera impedirá que pretenda una vez más huirle a la justicia.
Entre los criterios sustentados por las autoridades que imparten justicia, se está argumentando que lo sucedido es un delito culposo y considerado como no grave.
Conforme al criterio de la juez quien debe impartir justicia, determinó que la medida de prisión preventiva no era viable y por esa razón otorgó el uso del brazalete electrónico en contra de la imputada en vez de encerrarla en la “chirona”.
No hay dudas de que cada vez nos cuestionamos en qué país vivimos y nos convencemos de que es el México donde todo se puede hacer, sabiéndolo hacer, lo que es lo mismo “bendito dinero que nunca encuentras las puertas cerradas”. (www.intersip.org)