Mi Columna
¿Dónde andas Sergio?
Por Carlos Robles Nava
Como noticia extraordinaria, la Sub Secretaria de Prevención y Atención Ciudadana en el Estado, “detectó y alerto” a la comunidad coahuilense que en el interior de las secundarias operan pandillas que a la postre está ahuyentando a jóvenes que si desean estudiar.
La existencia u “operación” de pandillas en diversas escuelas secundarias de la Entidad no es cosa nueva, existen desde hace muchos años y en infinidad de ocasiones su existencia y dañina presencia fue denunciada por maestros y padres de familia, pero jamás se les hizo caso.
Sergio Sisbeles, titular de la dependencia mencionada, se comprometió a intervenir para hacer una limpieza completa, lo que padres de familia y profesores de los planteles confían en que no se trate de una promesa y engaño más, pues no puede calificarse de otra manera el disimulo y tolerancia soportado o aguantado por las autoridades de los diferentes niveles.
La existencia y “operación o actividad” de esos grupos de pandilleros ha llegado al grado que en la mayor parte se convirtieron en vendedores de droga y esto está comprobado por las mismas corporaciones policiacas que igual que las autoridades civiles con su disimulo permitieron el encastillamiento o asentamiento de esos grupos de jóvenes delincuentes que ahora será difícil desterrarlos.
Según Sergio Sisbeles, de la existencia de las pandillas en el interior de las escuelas secundarias, su Sub Secretaria a su cargo, se “dio cuenta, gracias a las reuniones con los padres de familia”, lo que hace preguntar ¿pues donde andabas Sergio?, porque esta problemática tiene años de existir y sobre todo de darse a conocer públicamente, ya que en infinidad de ocasiones se denunciaron y se pidió la intervención de las fuerzas policiacas.
Lamentablemente se dejó crecer esta problemática al grado de que cuando acudían los grupos policiacos en atención a la intervención que pedían los padres de familia, no faltaron las mamás y papás que se opusieron a cuanta campaña se propuso como fue “Operación Mochila”, ya que se comprobó que no pocos de esos aparentemente “dedicados y entregados” alumnos de secundaria, como cosa adicional a su actividad siempre fue la venta de drogas.
Los problemas comunitarios, cualquiera que sea, no se forman ni nacen solos, son consecuencia de una situación irregular que por distintas circunstancias no recibieron la atención requerida y después de tanto tiempo, las medidas para encontrar solución serán más que difíciles.
La Sub Secretaria de Prevención y Atención Ciudadana en Coahuila, nació o inició sus actividades tras la recuperación de espacios recreativos que fueron desapareciendo paulatinamente porque ninguna autoridad quiso asumir la responsabilidad, además de que no existía institución alguna con recursos para rescatar plazas, auditorios y todo espacio que sirviera de entretenimiento para la juventud.
Que ahora existan pandillas en el interior de las escuelas secundarias, es lo menos que puede esperar la comunidad en general, si consideramos que no se le dio atención a esa irregularidad, desconociéndose donde estuvo tantos años Sergio Sisbeles, como para no intervenir y ahora reconocer después de tantos años que hay un grave problema en el interior de las escuelas secundarias de Coahuila como lo es no la simple presencia de pandillas, sino lo peor que esos grupos llevan mucho tiempo envenenando con la droga que venden, a chavalos que sí desean estudiar. (www.intersip.org)
