Noticias Coahuila, Lideres de Opinión, Reportaje SIP

Carlos Robles

Jamás será suficiente

Mi Columna

Jamás será suficiente

Por Carlos Robles Nava

crn-1024x1024

Como otros muchos años, el tema del salario mínimo que se otorga cada primero de enero, no es la excepción en estos días.

Les asiste toda la razón y verdad a los dirigentes sindicales y directamente a los jefes de familia su clamor al respecto para que la Comisión Nacional de Salarios apruebe para el nuevo salario mínimo del 2018 señale un incremento suficiente para una vida digna.

Por desgracia, considero inalcanzable ese objetivo y si analizamos las circunstancias que tradicionalmente se registran no el día sino poco antes de que se aprueben los nuevos salarios mínimos.

Entre esas situaciones que se interponen para que no se alcance no para una vida digna, sino al menos para sobrevivir, sostener y llevar lo indispensable a nuestras familias.

Antes de que aprueben los nuevos salarios mínimos, sobran los comerciantes que marcan nuevos precios a la mercancía y quienes rentan casas y que muchos ya tienen estipulado en los contratos de alquiler que anualmente subirá la mensualidad en la misma proporción que el salario mínimo.

Paulatinamente se van registrando otras alzas como son los pasajes del transporte público urbano; combustible y un sinnúmero de requerimientos que se tienen, sin contar los vicios y gustos como cigarrillos, chelas, refrescos, cine, etc., que no son una necesidad pero si parte de la clase media hacia abajo.

A esto le llamo la carrera de la libre y la tortuga, pues la última es imposible alcance a la primera y es lo que vemos en el tema de que los salarios mínimos y profesionales que no alcanzan para una vida digna y ni siquiera modesta o medianamente.

Antes de la fecha en que se autorizan los nuevos salarios mínimos, éste ya fue rebasado con las alzas en todo y para todo y sino tiempo al tiempo.

Me atrevo a decir que ni siquiera la familia de un trabajador sindicalizado o no, lo que percibe es para tener una vida digna y si hay se cuentan con los dedos de una mano y sobran, dedos, no manos y una mínima muestra es la necesidad de que en la actualidad esposo como compañera o esposa tienen que trabajar para dar una mejor vida a los hijos en general.

La prueba más palpable de que en la mayoría de los matrimonios jóvenes y mediana edad, laboran hombre y mujer siendo entendible porque mejorar la vida cuesta y entre eso se incluye tener una vivienda propia con crédito de INFONAVIT o bancario, sucediendo prácticamente lo mismo al tener la familia un vehículo de regular modelo, ya no del año ni de agencia por los abonos.

Es fácil pedir, pero difícil e imposible verlo en la realidad y el ejemplo de la liebre y la tortuga es más que explícito, pues hay que saber a qué se le llama vida digna, ya que cada hogar conoce sus necesidades.

No hay que olvidar que en la medida en que crece el ingreso no solo del jefe de la familia, sino hasta cuando laboran marido, esposa y tener hijos en pleno desarrollo ningún salario o ingreso es suficiente, menos uno mínimo.(www.intersip.oirg)