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Carlos Robles

Nos ganó China

Mi Columna

Nos ganó China

Por Carlos Robles Nava

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Como ha sucedido en muchísimas cosas de origen y tradición mexicana, una vez más, se nos adelantaron otros países para sacar mayor provecho y utilidad a productos de origen azteca o mexicano.

Me refiero a la flor de cempasúchil o de “muertos” de tradición y excesiva demanda en nuestro país para adornar altares religiosos, sepulturas, pero sobretodo los días 1 y 2 de noviembre de cada año para celebrar “El Día de los Difuntos”.

En México anualmente se siembran de cempasúchil poco más de mil 500 hectáreas en varios municipios de los Estados de San Luis Potosí, Morelos, Oaxaca, Puebla, Guerrero e Hidalgo, para producir 14 mil toneladas de esta característica flor de color naranja la que es suficiente para la demanda de las familias mexicanas.

Fuera de comprar dicha flor las familias mexicanas específicamente para las razones señaladas en líneas arriba, al  menos en tierras aztecas no se le da otro uso.

Empero, la semilla es importada de China, Estados Unidos y de la India, aunque es la nación asiática en donde se aprovecha mayormente esta semiente que científicamente está comprobado de sus bondades en la prevención y para pre3enir de infinidad de enfermedades.

Esto es por su alto contenido de carotenos o carotenoides que son de gran importancia en la acción antioxidante que funcionan como precursores de la vitamina A, además de prever algunos cánceres, así como males cardiovasculares; aumenta las defensas; protege la memoria y otros males más.

Oscar Gómez Montiel, de la “Red de CempoaLxóchitl”, admite y reconoce que aun cuando esta flor fue parte de la riqueza cultural de México, ha sido China quien ha lo ha superado como productor de la planta para fines industriales ya que en México su producción ha sido para uso ornamental.

Uno de los pretextos y argumentos por lo que la flor de cempasúchil no ha sido aprovechada en México para cuestiones industriales y medicinales, es por lo caro que resulta la obtención de carotenos o carotenoides, así como extractos para pintura u otro uso industrial.

Por otra parte, la “Red de Cempoalxóchitl” que pertenece a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Ganadería, coordinadamente con el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas, proponen usar otras especies con más contenido de carotenoides para pigmentación y como alimento procesado.

Es lamentable que en México no queramos invertir en proyectos en donde en otros países son todo un éxito no exclusivamente en un ramo, sino industrial, medicinal, alimentario y en otras alternativas como es el caso concreto de la “flor de Muerto”, siendo tan solo una sola muestra lo que están haciendo los asiáticos y otros países cuando que nosotros solo la usamos para adornar altares, sepulturas, celebraciones y tradiciones del país.

A los mexicanos no nos falta iniciativa, inteligencia ni creatividad, lo que está ausente es la confianza de los que tienen el poder económico para creer en “Lo hecho en México” y contradictoriamente en otras naciones si se apoya y confía en nuestros cerebros. (www.intersip.org)