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Guillermo Robles

Negocio muy redituable: la política

            OPINIÓN

            Por Guillermo Robles Ramírez

            Negocio muy redituable: la política

GUILLERMO ROBLES RAMIREZ

            Publicado en algunos periódicos locales de la capital de Coahuila, sobre la herencia de la alcaldía de Saltillo, de su antecesor alcalde, es decir, Isidro López Villarreal, con un monto de 40 millones de pesos en deuda será no solamente un golpe duro para la actual administración sino también para las futuras aspiraciones de “Chilo”, en el sector público.

            Ni siquiera se trata de una auditoria hecha por personal municipal sino de un tercero particular, firma internacional Deloitte reveló la espantosa administración anterior.

            El famoso manotazo durante la administración de Isidro López Villarreal, cuando fue alcalde, así como su personal de confianza quien antes de terminar su periodo alcaldía se aprobaron un incremento demasiado exagerado en los puestos de algunos directores del gabinete anterior.

            Razón suficiente por el cual algunos directivos de ciertas áreas no quieren dejar de trabajar hasta que no se les liquide una indemnización, pues no quieren soltar el suculento huesito.

            Un problema que no solamente ha pasado en la cabecera municipal de Saltillo, sino ha sucedido en muchas por no decir, que en los 38 municipios de la entidad en donde se reportan faltantes o deudas, pero eso sí no perdonaron el color de su partido, aunque algunos fueron más descarados que otros como el mencionado anteriormente.

            Algo que resulta cíclico cada vez que termina una administración en la cual ya no se sabe a ciencia cierta si se trata de alguna mañana para sacudirse viejos compromisos para hacer nuevos, obviamente que, a las nuevas amistades, pero lo que sí es cierto es que todas las nuevas alcaldías están sufriendo de las terribles deudas públicas en las administraciones pasadas.

            No siendo suficiente con ello sin excepción alguno todos han dejado o vienen arrastrando el incumplimiento de obligaciones fiscales y lo más grave, la disposición que hicieron varios de ellos de dineros que retuvieron para entregarlos a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Por cuanto hace a Coahuila, que por cierto no es la primera ocasión, hay ediles que terminaron su administración que, al no completar con presupuestos propios, se fueron encima del dinero correspondiente a Hacienda del impuesto sobre el trabajo, que como retenedores deben reintegrar los patrones, lo que para obligaciones fiscales se descuenta del salario que se paga a todo empleado metido a nómina.

La pesada carga está siendo un grave lastre para los ediles que heredaron esa irregularidad y ahora se pretende que el SAT o sea el Sistema Administrativo Tributario, brazo fuerte de “Lolita” la de Hacienda, les condone las multas, intereses, recargos y además conceda un plazo mediano y largo, según sea el caso, para cubrir los impuestos que fueron retenidos y que indebidamente se dispusieron de ellos.

Un recurso o preferencia que se tiene por parte de Hacienda, a las cabeceras municipales o gobierno de cada estado, en donde posiblemente se vean como parte del mismo sistema; cosa contraria para el resto de los contribuyentes “normales”, porque en cuanto a instituciones de gobierno tienen un trato especial.

La cultura no nace, se hace y la única forma que se conoce universalmente, es aplicando castigos a los que no cumplan con las normativas, siendo precisamente el caso registrado entre Presidentes Municipales que se fueron sean de Coahuila o cualquier otra entidad.

Es indispensable y necesario aplicar y ejercer algunos escarmientos, pues en la actualidad se dejan pasar estas irregularidades como si nada hubiese pasado y se convierten en malos ejemplos a seguir por quienes llegar al poder municipal.

Lamentablemente se ha convertido en una conducta en donde los políticos incurren cada vez más repetitivo y descaradamente, pero lo peor del caso que a la fecha no existe algún registro en donde sean castigados por las mismas autoridades fiscales sino continúan haciendo lo mismo, es decir, vivir del erario público, haciendo negocios, o reforzando empresas familiares que estaban a punto de quebrar. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org