OPINIÓN

            Por Guillermo Robles Ramírez

            4t cava su propia tumba

            El contagio del coronavirus al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el pasado domingo y anunciado a través de su cuenta de Twitter, “cae como anillo al dedo”, su terquedad por no haber usado cubrebocas aun cuando la OMS, ha repetido hasta el cansancio que la mejor defensa para evitar el contagio es el uso de tapabocas sanitaria, aun cuando la persona esté vacunado contra el Covid-19.

            La Organización Mundial de la Salud, también había recomendado la sana distancia, así como el confinamiento de la sociedad y cierre de negocios no esenciales. Sin embargo, López Obrador, contrario a ello incentivó a los mexicanos que no cerraran y que continuaran con los abrazos y besos dando el ejemplo en sus actos públicos pese a las recomendaciones médicas de evitarlo para no expandir el coronavirus. Ante las críticas mundiales a México sobre las omisiones de salud ante la pandemia; AMLO siempre enfatizó que solamente acataría las indicaciones de los expertos en Salud de su gobierno.

            Quedó demostrado la charlatanería de AMLO con sus amuletos, su “escudo protector”, como él lo llamaba, así también como el “corazón de Jesús”, que no fueron suficiente para evitar el contagio del coronavirus, y así como también la honestidad y no ser corrupto significó el escudo protector ante el coronavirus: “No mentir, no robar y no traicionar ayuda mucho para que no dé coronavirus”.

            Quienes sigan el ejemplo de él, principalmente los “chairos”, tendrán el mismo resultado y verán que para el Covid-19, no respeta al prepotente, a la gente de dinero, a los apellidos de abolengo, ni a políticos, ni clase social, ya que para el coronavirus eso no lo detiene. Sin embargo, la gente sigue sin entender que con el coronavirus no se puede dialogar, o mucho menos llegar a un acuerdo o tener excepciones, así como lo hico creer AMLO que los “fifís” estaban más en el “tocadero”.

            En el caso que, Andrés Manuel López Obrador, llegue a recuperarse de los síntomas del Covid-19, no será nada extraño que se vuelva a ver en la mañaneras sin el uso del cubrebocas, porque antepone su terquedad sin importar antes que nada su integridad; ya que al fin y al cabo ya vivió lo que él quería. Pensamiento de cualquier persona vieja que no le importa la vida creyendo que ya no hay nada nuevo para continuar viviendo.

            Sale sobrando las interrogantes de quién estuvo en contacto con López Obrador, el fin de semana o antes; así como la preocupación y crítica de políticos que le hacen al Presidente de México, y de igual manera con el partido MORENA de politizar la vacuna contra el Covid-19.

            Por un lado, es bueno que tanto AMLO, como MORENA, estén usando la llegada de la vacuna Pfizer, como campaña política, ya que ellos mismos están cavando su propia tumba, al igual que la 4T.

            Una Cuarta Transformación con la que ha acuñado, López Obrador y MORENA; dejando en claro que solo se trata de cambios inesperados, improvisación y manejo a su antojo porque no tiene una solidez sino cambia como una veleta según para donde gire el viento.

            Lo anterior se fundamenta ante lo evidente, es decir, la incapacidad del gobierno de MORENA, para la vacuna del Pfizer oportuno, y carente de estrategia de inmunización ya que una vez planteada originalmente el orden de quienes serían los primeros en recibir la vacuna contra el Covid-19, los llamados, guerreros en la primera línea de batalla, que son el sector salud. Posteriormente fueron ellos mismos, es decir, la 4T del Presidente de México y MORENA, quienes rompieron su propia propuesta y sacándose por debajo de la manga que se beneficiarían los “dizque” Siervos de la Nación, termino inexistente en la Carta Magna de México o cualquier otro lado. Aunque el termino de siervo es un sinónimo de esclavo, y al parecer ni a AMLO y al partido político MORENA, no le ha quedado claro que la abolición de la esclavitud en México dejó de verse en 1813 gracias a María Morelos y Pavón. Tampoco existe un control o un padrón de estos “Esclavos de la Nación”.

            Algo que no solamente al sector salud ha indignado, al igual que la misma sociedad se ha percatado del egoísmo de MORENA, mostrando su verdadera cara ante miles de mexicanos. Y ante tal injusticia la Asociación Mexicana de Médicos familiares y Médicos Generales, se están organizando para solicitarle al gobierno federal que también a ellos los consideren dentro del listado de prioridad para la vacuna contra el Covid-19, ya que también estuvieron y están actualmente atendiendo a pacientes contagiados del coronavirus.

            Un desatino por parte del gobierno de MORENA, es decir, de AMLO al aceptar la reducción de vacunas para que países pobres tengan acceso. Curiosamente ahí si les hiso caso a la OMS, pero no quiso aceptar la recomendación de uso de cubrebocas. México no es un país pobre, sino un país de pobres, es decir, muchos mexicanos pobres.

            Lo anterior dicho por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. México es el único país en América Latina que no ha logrado reducir la incidencia de la pobreza en los últimos años. Tan solo entre 2012 y 2014 se sumaron casi dos millones de mexicanos a las filas de pobreza. De acuerdo a los indicadores porcentual de Pobreza Extrema por Ingreso (Canasta alimentaria) y del índice Nacional de Precios al Consumidor, se puede observar que tan solo en sector rural en septiembre del 2018 el valor por persona fue de 1.27%; aumentando para el mismo mes, pero en 2020 aumentó a 9.63% de pobreza extrema por cada mexicano. A su mejor criterio ustedes pueden deducir si México debería de estar entre la lista de los países en pobreza, y si nuestra economía puede seguir esperando.

            Y mientras, López Gatell, quien no acepto públicamente que hace falta más vacunas pero sus declaraciones dicen lo contrario al hacer mención que la recomendación de la OMS sobre alargar la segunda aplicación de la dosis de la vacuna se puede extender de 28 a 45 días. En pocas palabras no pasa nada. Sin embargo, tanto para la FDA y declaraciones del Director del Centro de Evaluación e Investigación Biológica, Peter Mrks MD, comenta “…hasta que los fabricantes de vacunas tengan datos y ciencia que respalden un cambio, continuamos recomendando enfáticamente que los proveedores de atención médica sigan el programa de dosificación autorizada por la FDA para cada vacuna Covid-19…realizar cambios que no estén respaldados por pruebas científicas adecuadas pueden, en última instancia, ser contraproducente para la salud pública.”

            Mientras unos presumen saber más que un científico, México está en el segundo más letal por el virus, estando al frente MORENA y AMLO. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org