Mi Columna
Crecen los roba vacas
Por Carlos Robles Nava

El abigeato, por desgracia, se ha extendido en Coahuila al grado de que ha rebasado a las autoridades estatales que han sido impotentes para detener el robo de animales.
Para confirmar lo anterior, solo hay que conocer algunos números que muestran una alza de un 42 por ciento de enero a agosto de este año de acuerdo a las denuncias oficializadas, a pesar de que no todos los ganaderos afectados en su patrimonio por los abigeos acudieron a reportar el agravio ante las autoridades de la procuración de la justicia.
En los primeros ocho meses del presente año, se han hecho 128 denuncias contra 90 en el mismo período pero del 2016, con la agravante de que en la mayoría de los casos no se recuperó el producto de estos latrocinios en el campo.
Las distintas asociaciones u organismos que agrupan a los ganaderos coahuilenses en repetidas ocasiones se reunieron con el Procurador de Justicia en el Estado, Homero Ramos Gloria, quien siempre prometió se intensificaría la vigilancia para reducir los robos de animales, lo que nunca sucedió y por el contrario se fue para arriba.
Grupos de cuatreros han sido identificados por los afectados, además de llegar a saber quiénes son los compradores del ganado robado dándose esa información a los policías rurales y directamente a los Agentes del Ministerio Público, sin conocerse de detención alguna, lo que claramente muestra el hecho de que existe complicidad.
En ocasiones las autoridades en respuesta al cúmulo de quejas de los ganaderos afectados, la respuesta es siempre que “Coahuila está en la Gloria”, haciendo el comparativo de que en Sonora subió el abigeato hasta en un 97 por ciento.
Los ganaderos coahuilenses ven cada vez más mermado su patrimonio, no solo por los robos, sino también han sido “golpeados” por la sequía de entre los años del 2011 al 2013.
Hay la marcada convicción de que hay una estrecha “relación”, sinónimo de complicidad, entre policías rurales así como uno que otro agente ministerial y los roba vacas, siendo el primer signo o muestra el que esas autoridades lo único que hacen es escuchar y escuchar a las víctimas de los roba vacas, pero sin iniciar una investigación y menos actuar en casos en que se presenta pruebas de la existencia de los delitos cometidos en el patrimonio de los ganaderos, pues éstas las desestiman los Ministeriales.
Han sido de sobra los circulares enviadas a las oficinas del Gobernador, Rubén Moreira Valdés, sin recibir confirmación de que llegó la misiva y menos de que se han dado instrucciones a la Procuraduría para que tome cartas en el asunto o sea que ya dejen de proteger a los cuatreros y procedan conforme la ley, dándole seguridad y protección a los ganaderos.
Esta anómala situación ha estancado el crecimiento de la explotación ganadera de la Entidad y mientras se mantenga esa tolerancia e indiferencia es un hecho que esta actividad tendrá una sensible baja disminuyendo la ocupación en el sector rural que tanta falta hace.
Duele decirlo pero ante la proximidad del fin del sexenio actual, es un hecho que hay que esperar que lleguen las nuevas autoridades estatales y para eso, tendrán de pasar algunos meses y mientras tanto, crecen y crecen las bandas de cuatreros aprovechando la protección que reciben. (www.intersip.org)

