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Guillermo Robles

Autoridades y sociedad les fallamos

            OPINIÓN

            Por Guillermo Robles Ramírez

            Autoridades y sociedad les fallamos

GUILLERMO ROBLES RAMIREZ

            En conjunto entre sociedad, particulares e instituciones de gobierno continuamos fallándoles a un sector de la población que para poder valerse por sí mismo, y ante las circunstancias de la falta de concientización se encuentran vulnerables.

            Sector del cual si cada uno de nosotros los mexicanos pusiéramos un granito de ayuda ayudaríamos mucho a mejorar su calidad de vida. Son aquellas personas cuyas dependen de la movilidad de una silla de ruedas.

            Aquellas rampas que son para uso exclusivo de quienes sufren de alguna discapacidad o dependen de la silla de rueda se encuentran en total olvido y pereza por parte de nuestras autoridades muy a pesar de que vienen contemplados en las leyes y normativas en las que siempre debe de existir un espacio y acceso para este grupo social.

            Pero no siendo suficiente con ello aquellas rampas existentes ya sea en el centro de la ciudad o en establecimientos comerciales, así como en centros comerciales y para lo que es peor dentro de las mismísimas instituciones de gobierno de salud. Ninguna de éstas cumple con las medidas especificadas, en particular en cuanto a su altura y dimensiones, así como el grado de la pendiente que deben de tener.

            Existen rampas que ridículamente tienen hasta mayor de un metro de altura siendo hasta difícil para alguien que tenga que empujar a su familiar o conocido la silla de rueda siendo todo un reto y logro el subir la interminable rampa.

            Un ejemplo de ello el edificio del Ayuntamiento Municipal de Torreón que durante su construcción los medios de comunicaciones locales hicieron el señalamiento en su tiempo para la corrección haciendo simulacros de gente sana y fuerte sobre una silla de rueda para poder intentar subir siendo todo un reto e imposible. Hasta para poder subir caminando sobre aquel enorme camino de rampa resulta difícil aun así cuando se goza de salud.

            Pero Saltillo tampoco se queda atrás sino solo basta con visitar el propio instituto de salud gubernamental del Seguros Social conocido como la Clínica 2 sobre Blvd. Venustiano Carranza, tampoco cumple con las especificaciones mínimas, es decir, no cuenta con los grados de inclinación que deben de tener para que una persona se valga por sí mismo en silla de rueda.

            También se encuentra bajo las mismas situaciones el Instituto Nacional de Cancerología perteneciente al IMSS de la ciudad de Monterrey, Nuevo León que en su entrada para poder brincar una estructura en su entrada existe una rampa que sube y baja para poder brincar el obstáculo que realmente es imposible que un paciente lo pueda realizar por sí mismo.

            Como se puede observar es un problema existente a nivel nacional y no solo de Coahuila porque en cada centro comercial, en cada institución de gobierno el solo por cumplir un reglamento o ley sobre el acceso a la gente que padece de alguna discapacidad y requiere del uso de la silla de rueda simplemente hacen una rampa que no cumple con las normativas de salud para para este sector que cada vez se encuentra más vulnerable y estar dependiendo de la ayuda de un familiar.

            Existen muchas anomalías con respecto al tema, pero todavía no siendo suficiente con ello, hay muchas personas que cuentan con total salud y que gozan de toda movilidad física que no ceden el paso, obstaculizan el paso en su trayecto haciendo aún más difícil el camino para aquellas personas que necesitan ayuda para subir o bajar verdaderos retos en sillas de rueda. Y aun así pidiéndoles que cedan el paso de manera amable todavía se molestan.

            Hablar de leyes está de sobra ya que cada una de las Direcciones Municipales de Desarrollo Urbano, que son quienes canalizan para la Constancia de Uso de Suelo y Licencia de Funcionamiento que en teoría antes de permitir que abra cualquier negocio les piden los planos y verifican que cumplan con las normativas viniendo en ella el cumplimiento de las rampas.

            Pero en aquellos lugares que no cumplen lo establecido y que por situaciones ajenas han venido operando con esta anomalía, tampoco son para imponer alguna multa y corrección de la misma.

            Pero tampoco los mexicanos que gozamos de todas nuestras facultades para poder movernos sin ningún problema estamos fallando pues no exigimos a las autoridades, ni tampoco hacemos algo al respecto sino obstaculizamos el “acceso” que fueron creado para este sector vulnerable. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org