Mi Columna
Decepciona Andrés Manuel
Por Carlos Robles Nava
Después de ser acusado de “radical” por sectores partidistas y grupos opositores sobre tantas cosas que prometió durante su campaña y una vez que fue electo, Andrés Manuel López Obrador, se ha retractado de algunos “compromisos” anunciados por él mismo.
En opinión de esos partidos contrarios, además de que en algunos casos, mismo Andrés Manuel, se ha adelantado para justificar o aclarar que no cabrán algunas de las promesas hechas durante su peregrinar buscando el voto que le dio su elección.
Da la impresión el Primer Mandatario electo, que ha dejado aparcadas o “estacionadas o pendientes”, algunos de sus anuncios futuristas, al menos por el cambio hecho en el discurso moderado que ha adoptado en las últimas semanas después de ser declarado electo oficialmente.
En un principio Andrés Manuel se había erigido como un firme opositor de la construcción del nuevo aeropuerto de la ciudad de México calificada como la obra de infraestructura más costosa del gobierno de Enrique Peña Nieto, cambiando de opinión matizando su postura en un foro con empresarios y abrió la puerta a revisión del proyecto en lugar de solo cancelarlo y lo pasará a una consulta ciudadana.
Una más de López Obrador que decepcionó a muchos de sus seguidores, fue la designación de Manuel Bartlett, como Director General de la Comisión Federal de Electricidad, a quien en l988 se le acusó de haber orquestado un fraude electoral en los comicios presidenciales, después de que el “Presi” electo uno de sus lemas abanderado fue echar fuera de las instituciones a la llamada mafia del poder.
Igualmente, durante su campaña fue repetitivo en su lucha contra la inseguridad prometiendo la creación de la Guardia Nacional, integrada por elementos del Ejército, la Marina y la Policía, sin embargo, su próximo Secretario Federal de Seguridad, Alfonso Durazo, descartó en una entrevista reciente dicha propuesta “porque requiere de una serie de modificaciones legales que en este momento no tienen sentido”.
Por otro lado, ya se retractó y negó que fuera a derogar la reforma enérgica impulsada por Peña Nieto para liberar al sector de hidrocarburos y en su lugar se limitará a revisar los contratos entre empresas privadas y la administración federal.
Asimismo se ha mostrado contundente con la reforma educativa que criticó por haberse realizado sin la opinión de los maestros, pero falta concretar como la revertirá.
En opinión de analistas políticos, estos cambios son parte de una estrategia de López Obrador, de moderar su imagen después de ser señalado por la oposición como radical, uno de sus fuertes críticos fue Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien también lo calificó como “centralista”.
Para su toma de posesión faltan aproximadamente tres meses, por lo que es de esperarse que siga haciendo cambios para bien o para mal y retractándose de promesas inviables por diversas circunstancias.
El tiempo será quien nos dé la razón a los mexicanos, pues es el mejor consejero de la vida cotidiana. (www.intersip.org)