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Guillermo Robles

IEPS no ha dado buenos resultados a la obesidad

            OPINIÓN

            Por Guillermo Robles Ramírez

            IEPS no ha dado buenos resultados a la obesidad  

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            Los impuestos aplicados en refrescos y bebidas azucaradas, desde año del 2014 fue implementado con la finalidad de bajar el índice de obesidad en nuestra población. Hace cuatro años atrás el Instituto Nacional de Salud Pública, en conjunto con la Universidad de California de los Estados Unidos realizaron un estudio en México, determinando que quienes se han beneficiado de este impuesto es población entre la edad de 18 y 40 años de edad.

            En el 2017 un grupo de activistas y miembros del Centro de Investigación en Sistema de Salud del Instituto Nacional de Salud Pública confirmó, la disminución del consumo de refrescos y bebidas azucaradas, gracias al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios para estos productos.

            El problema de la obesidad en México, es algo que está dentro de la agenda pública, puesto que de ser cierto esta disminución en la ingesta de exceso de azúcar; estamos hablando un ahorro de millones de dólares en medicamento para diabetes y atención médica en casos de infartos y accidentes cerebrovasculares originados por la obesidad.

            De ser cierto que gracias al IEPS, el consumo de refrescos y bebidas azucaras está bajando esto también se puede ver reflejado en una reducción de gastos en consultas médicas y hospitalizaciones no solo en el sector público sino también en el privado.

            Los estudios e investigaciones es lo que dicen a diferencia de lo que opinan las compañías refresqueras quienes consideran que el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, no ha cumplido su objetivo de bajar el consumo de bebidas refrescos y bebidas azucaradas.   Aseguran además que, según lo recaudado por dicho impuesto, más de la mitad del dinero no ha cumplido con la finalidad de disminuir el consumo y cambio de hábitos en la población de acuerdo a estudios presentados por instituciones académicas.

            Muy independientemente de la gris transparencia sobre el destino de ese impuesto, así como su aplicación a programas sociales. La campaña para reducir su venta y obviamente reducir el consumo por medio de un impuesto especial en donde dichos productos se incrementan con una triple tributación, ha sido un total fracaso puesto que desde el 2013 se ha presentado un incremento en las ventas de refrescos y bebidas endulzantes o bien con contenido de azúcar gracias a las campañas publicitarias que estas grandes compañías hacen irresistibles sus productos.

            Un claro ejemplo lo tenemos en las escuelas públicas y particulares principalmente en la educación básica, el consumo de refrescos y bebidas endulzantes no ha bajado, y al contrario ésta ha ido a la alza, sino solo basta echar un vistazo en sus cafeterías o alimentos con los que son enviados estos niños y niñas desde los grados de kínder hasta secundaria, quienes serán los futuros adultos más obesos y con sus respectivos problemas de salud, que han sido victimas de la mercadotecnia y falta de disciplina por parte de los padres y autoridades de educación pública, quienes no han podido prohibir no solo la venta sino el ingreso de estos productos dentro de estas instituciones educativas, en donde solamente deberían de permitirles exclusivamente el consumo de agua con sus respectivos alimentos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018) www.intersip.org