OPINIÓN
Por Guillermo Robles Ramírez
Caballos de acero entre los más peligrosos
Para muchas entidades de México, incluyendo a Coahuila, el incumplimiento de medidas precautorias por parte de conductores de unidades motrices en general, las ha llevado a una situación seria, e irresponsable y lo es porque precisamente en los hospitales privados y públicos en su área de rehabilitación integral de discapacitados, han tenido en los últimos meses una sensible baja de pacientes por percances vehiculares y no precisamente porque las lesiones sufridas en el percance no hayan sido graves, sino porque, desgraciadamente son de tal magnitud que ni siquiera alcanzan a llegar para recibir algún auxilio médico, pues se adelanta la muerte.
Sin considerar las estadísticas de cada municipio en donde ocurren accidentes en las zonas urbanas sino simplemente utilizando aquellas proporcionada por el INEGI, sobre los principales accidentes relacionados en caminos y carreteras de jurisdicción estatal y no federal. Podemos comparar que en el año 2018 hubo 365 mil 281 accidentes de tránsito terrestre en zonas urbanas y suburbanas. Al año posterior, es decir, 2019 aumento la cifra a 362 mil 586.
Lo mismo sucede en nuestra entidad, Coahuila de Zaragoza, en donde en el 2018 hubo 18 mil 249 y al siguiente año cerró con 18,428.
No hablamos de un tema desconocido para nuestros lectores, porque ya todos sabemos que el uso del casco para aquellos que conducen motocicletas y, por otro lado, el cinturón de seguridad para los que manejan autos, camionetas, autobuses, camiones, tráileres, etc., ha salvado muchas vidas y prevenido lesiones graves, aunque en contrapartida, también el no uso o bien la ausencia del cinturón ha acarreado muchas muertes e incapacidades físicas de por vida a sus víctimas.
Los casos más graves son las lesiones craneoencefálicas, siendo éste un problema de salud a nivel mundial con un alto porcentaje de muertes debido a las consecuencias provocadas por accidentes automovilísticos y caídas, pudiéndose presentar problemas neurológicos causando la muerte.
Las medidas de seguridad son muy importantes para poder conservar nuestra integridad, pero para la concientización del uso de estas reglamentaciones, no es suficiente el fomentar la cultura, sino tomar otro tipo de apremios más fuertes porque es la única manera que el ser humano puede entender.
Las Delegaciones de Policía y Tránsito, en los 38 municipios de Coahuila y de manera muy especial los de mayor población como son Torreón, Saltillo, Monclova, y Piedras Negras, entre otras, han realizado distintas campañas, pero éstas, así como se inician terminan de manera efímeras y sin éxito, pues lamentablemente sólo han servido de buenas intenciones.
Se ha hecho normal que las autoridades quieran poner remedio cuando pasan los accidentes trágicos, recurriendo al muy clásico y acostumbrado estilo mexicano de «una vez ahogado el niño, a tapar el pozo».
Es de sobra conocido el gran peligro a que se exponen aquellos motociclistas que no hacen uso del casco y que además conducen con exagerada velocidad, siendo una simple y lamentable muestra de los funestos resultados que por cierto se registran muy seguido en el caso de los repartidores de comida rápida como pizzas, hamburguesas, tortas, entre otros rubros más del ramo restaurantero que ofrecen sus servicios a domicilio para incrementar sus ventas, y agregando en el mismo listado aquellas entregas realizadas por las empresas como DIDI food y similares.
En muchos de los negocios que se tiene este servicio a domicilio en motocicleta, a sus empleados les dan cierta recomendación o asesoría para tener cuidado en el uso de los mal o bien llamados «caballos de acero»; es normal que esos consejos les entran por un lado y les salen por otro, porque una vez con la moto en sus manos, se convierten en «motociclistas infernales» batiendo récords en tiempos de entrega, pero exponiendo su vida.
La incidencia de percances de esos empleados motorizados, va en ascenso, sin que éstos intrépidos, audaces e irresponsables conductores atiendan las recomendaciones para no exponer su vida.
Las autoridades de tránsito o vialidad de los municipios coahuilenses no quieren o no les interesa entender que mientras no se vigile y se actúe conforme a las sanciones que marca la ley y reglamento vial o de tránsito, seguirán proliferando los percances por no respetarse las reglas e incumplir con las medidas preventivas.
(Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org