OPINIÓN
Por Guillermo Robles Ramírez
Profesión en el olvido
Se dice que en el país hay muchas carreras muy bonitas y que en apariencia suenan como profesiones muy prometedoras, pero al pisar el mundo real, la mayor parte de ellas no existen en el campo del trabajo.
No obstante, hay otras que tienen oportunidad de trabajo, pero es poca la difusión. Se desconoce el motivo, pero son fuentes laborales desaprovechadas con un gran potencial no solo de crecimiento profesional sino para el desarrollo del país.
En México es muy poco común escuchar sobre los Trabajadores Sociales. También se sabe poco sobre cuáles universidades ofrecen dicha carrera y, al parecer, aquellas en donde existía esa licenciatura son cada vez más escasas, peligrando el cierre total, así como una oportunidad de trabajo de mucha importancia y poco valorada.
Se desconoce la función de la Licenciatura de Trabajo Social, por falta de promoción y aplicación de la misma, pero los profesionistas dedicados a esto ayudan a las personas en la gestión de su vida cotidiana, para enfrentar los problemas de una sociedad en su entorno familiar.
No solamente, en los hospitales se encuentran ayudando a pacientes y sus familiares a entender a enfrentar alguna enfermedad en la cual el paciente requiere atenciones o que lo auxilien por no poderse valer por sí mismo o ayudan a los pacientes e integrantes familiares a pasar por las distintas etapas al enfrentarse con la noticia de un padecimiento terminal, es decir, la muerte.
Muchos pudieran pensar que es una profesión nueva, pero no es así, ya que tuvo sus inicios, según las dos versiones existentes, en 1842 en Inglaterra y en 1898 en la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, donde los trabajadores sociales han sido los pioneros en desarrollo y organizaciones privadas de caridad para servir a las personas que más lo necesitan.
En la actualidad, en los Estados Unidos, han recogido los frutos desde entonces, privilegiando a los ciudadanos en materia de injusticias sociales. Y han adoptado soluciones a lo largo de los años, como los derechos civiles de todas las personas, independientemente de su sexo o raza, estando ahora protegidos.
Es un hecho que, gracias a la profesión de estos trabajadores sociales, el día de hoy los trabajadores de muchas partes del mundo disfrutan de seguro de desempleo, pago por incapacidad, compensación a los trabajadores, también las personas con enfermedades mentales y con capacidades diferentes tienen un trato más humano dentro de la sociedad. También gracias a esta profesión, se les ha dado acceso a los pobres, los discapacitados y a los adultos de la tercera edad, a la atención médica. No hay que olvidar que otro de los aspectos en que se ha visto beneficiada la sociedad estadounidense, ha sido la prevención del abuso infantil, así como las negligencias médicas.
En México no se le ha dado la importancia, pudiendo explotar éste campo virgen y lleno de oportunidades para los licenciados de trabajadores sociales como la investigación, el trabajo en el campo administrativo para programas de servicio social, o promoción de programas políticos sociales enfocados en la salud.
Los trabajadores sociales están capacitados para desarrollar, implementar y evaluar programas para abordar las problemáticas sociales como la violencia intrafamiliar, es decir, con un programa específico se hacen visitas aleatorias en los diferentes extractos sociales para observar y hacer anotaciones del cómo se vive, cuál es el entorno familiar, previniendo oportunamente al detectarse la existencia de un integrante de la familia alcohólica, violenta, o simplemente la desnutrición de los menores y falta de atención médica.
Por conducto de ellos y sus observaciones pueden hacer recomendaciones a las autoridades pertinentes para poder evitar el abuso de la mujer e infantil, así como la falta de vivienda. Pero sobre todo para las personas de la tercera edad que lamentablemente en muchos hogares los ven como un estorbo después de que entregaron sus mejores años de trabajo y amor para cada uno de los miembros de sus familiares.
Hasta ahora ningún grupo o líder político ha aprovechado a este sector profesional para poder bajar el índice delictivo, ya que está comprobado que el inicio de la delincuencia se encuentra en las pandillas con los adolescentes que a la falta de una guía o no saber cómo canalizar la hiperactividad propia de la juventud y no faltando los malos consejos e influencias son orillados a consumir drogas dejándolos en un punto vulnerable para los grandes capos o líderes del crimen organizado.
Con la intervención de los trabajadores sociales, en las pandillas o en los sectores más vulnerables donde los delincuentes predominan, se puede reducir el comportamiento violento de las pandillas. En conclusión, se puede afirmar que con la intervención de esta profesión habrá menos violencia entre los jóvenes, obviamente con la colaboración de los diferentes grupos de seguridad y programas sociales de las autoridades locales y estatales.
En lugar de la supresión de la fuerza policiaca para combatirlos con la colaboración de proyectos extensivos en combinación de los trabajadores sociales, pueden ser más eficaces en el cambio participativo para reducir los niveles de arrestos por violencia, posesión de armas y drogas. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org