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Carlos Robles

Dolores siempre a medias

Dolores, la de Hacienda, mote, apodo o alias otorgada a la Secretaría de Hacienda, probablemente será por los dolores e cabeza que da a los causantes con sus medidas fiscales a medias, una vez más cae en su acostumbrado esquema de “háganle como quieran” al disponer que a partir del 2015, no reconocerá como deducibles, todo pago +cuya factura se haga con dinero en efectivo.

Mi Columna

Dolores siempre a medias

Por Carlos Robles Nava

Dolores, la de Hacienda, mote, apodo o alias otorgada a la Secretaría de Hacienda, probablemente será por los dolores e cabeza que da a los causantes con sus medidas fiscales a medias, una vez más cae en su acostumbrado esquema de “háganle como quieran” al disponer que a partir del 2015, no reconocerá como deducibles, todo pago +cuya factura se haga con dinero en efectivo.

De acuerdo a las aspiraciones o indicaciones de Lolita, la de Hacienda, el se tenga o no línea telefónica bancaria para aceptar las tarjetas de crédito y débito, será problema de cada quien, sin decir, si del causante que cobra, del contribuyente que paga o de misma Hacienda.

En la actualidad, sobran al menos en Coahuila, los establecimientos comerciales que cuando el cliente para pagar la cuenta, presenta una tarjeta bancaria, se disculpan con “no tenemos línea”, dando con ello a entender que no aceptan tarjetas de débito y menos de crédito.

Y, nos referimos no ha restaurantes, tiendas de diversos artículos de nivel apreciable y no precisamente a negocios “rabones” o de segunda o tercera categoría, antojándose que antojado y recurrente pretexto de no contar con línea telefónica bancaria, es toda una estrategia o marrullería para evadir impuestos, aunque den factura, pues formas y modalidades para evadir impuestos, sobra y es más suficiente con el ingenio y creatividad de nosotros los mexicanos, demostrándolo en todo momento cuando en toda medida reglamentaria, normativa o formas de querer encauzar por la legalidad todo mexicano reviramos con múltiples métodos y formas para no pagar contribuciones, convirtiéndose esto en la clásica carrera incansable de pretender hacer cultura para rendir tributo a Lolita, la de la Secretaría de Hacienda o el ahora, tan mencionado Sistema Administrativo Tributario, más conocido por pagadores de impuestos y evasores de éstos, en el SAT.

Esta modalidad fiscal es justo a cuando hace años se implementó la obligatoriedad del famoso Registro Federal de Causantes, que muchos comercios para negar extender la factura, exigían la entrega de una copia integra del RFC, cuando la ley fiscal no mencionaba eso, sino simple y sencillamente se exhibiera o sea visualmente el R.F.C., para tomar la información.

Podemos enumerar infinidad de ejemplos reales de cómo pretende cobrar impuestos Hacienda o el SAT, sin explicar las dudas que tienen los causantes, además de que como es bien conocido, las quejas por el incumplimiento de aquellos comercios que no dan factura o bien, den cumplimiento fiscal en el que se afecta al causante o contribuyente, no son atendidas por las oficinas del SAT ni de Hacienda, sino que tiene que presentarse en las oficinas regionales o estatales de la Procuraduría Federal del Consumidor, PROFECO, como si se tratara de un reclamo por precio, calidad o defecto de un artículo o producto.

Estas medidas a medias y que se estructuran y dan forma en escritorio, provoca el malestar de quienes los que si desean cumplir con la ley, pues requieren comprobante deducible de gastos dentro del paquete de impuestos que les corresponde declarar, pero, insistimos, si los gastos hechos no se hacen con tarjeta bancaria y principalmente de una de las múltiples “ideotas” o sea idea e ingenio grande que sacó e impuso de obligación de la tarjeta empresarial bancaria.

Para las autoridades federales de Hacienda, todo pretenden resolverlo y más tratándose de recaudación de impuestos, con dictar medidas, aunque estas sean a medias.

Esta costumbre de los responsables de cobrar impuestos para que los gobiernos federal, estatales y municipales cuenten con dinero para llevar obras de beneficio colectivo a las comunidades más necesitadas, están provocando el retraso o estancamiento de ingresos frescos que como impuestos tienen que entrar a la caja mayor de Dolores, la de Hacienda.(www.intersip.org)