Existe una frase además de muy sonada o comentada, se emplea para figurativamente magnificar situaciones irreales momentáneas o que suceden en la ficción, que para el caso es lo mismo, diciendo esto o aquello, solo es superado en la ficción.
Mi Columna
No es ficción, es verdad
Por Carlos Robles Nava
Existe una frase además de muy sonada o comentada, se emplea para figurativamente magnificar situaciones irreales momentáneas o que suceden en la ficción, que para el caso es lo mismo, diciendo esto o aquello, solo es superado en la ficción.
Están sucediendo hechos en los diversos Estado del país y, lamentablemente en todos o casi en todos están sucediendo hechos violentos y trágicos, que me pone a meditar, ¿a dónde vamos? o bien ¿qué más le espera a las próximas generaciones?.
Hace cosa de tres a cuatro años, nos admirábamos y comentábamos algunos grupos de familiares o amigos que nos reuníamos a echar el café o a departir los alimentos, con admiración e incredibilidad comentábamos cada quien desde su muy personal punto de vista, las muertes por enfrentamientos armados entre las rivalidades en la guerra de Irak o bien los funestos estragos de los llamados “hombres bomba”
En los medios impresos, al menos en los de Saltillo, Coahuila, en sus correspondientes páginas o secciones policiacas o llamadas igualmente “rojas’, de sus ediciones del jueves 13 de este noviembre, me quede impresionado de número de muertes y situaciones llenas de terror que están sucediendo en las distintas Entidades de la República.
Y, no me refiero a lo ocurrido en días pasados como fue el caso registrado en Tamaulipas, en que dos hermanos, uno amigo de los primeros y la novia de uno de los hermanos, que después de visitar a sus padres en una comunidad cercana a la frontera del Norte, fueron secuestrados por policías estatales de Tamaulipas y después de 16 días fueron encontrados muertos, torturados, atados de pies y manos e incinerados en un basurero, señalándose como responsables a un comando policiaco. Esto, recién que se anunció la incineración de los 43 normalistas del Estado de Guerrero y también de la ejecución que igualmente en ese Estado, también policías.
Mientras el Estado de Guerrero está en llamas y “vandalizado” por normalistas, maestros y parientes de los 43 desaparecidos, agregando una marcha por el país, al menos así lo anuncian los manifestantes que piden justicia por la masacre, por su parte, los partidos políticos acarrean agua para su molino ante la proximidad de las elecciones legislativas federales en el entrante 2015 con el pretexto de que las autoridades perredistas guerrerenses son malas administradoras y no dan garantía a su comunidad, en otras partes de México no andan bien las cosas y siguen registrándose acciones funestas y violentas por grupos de la delincuencia organizada y la no organizada, como lo publicado y registrado en un solo en día por los medios impresos de este reciente pasado jueves.
En Pachuca, Hidalgo, al parecer para ser robado, lesionan de un balazo a Pablo Pérez, Sub Secretario de Administración y Finanzas Públicas, hechos sucedidos en el interior de sus propio domicilio particular, por tres sujetos que como siempre huyeron, sin ser localizados por la policía.
En Reynosa, Tamaulipas, volvemos a lo mismo “desconocidos” o sea que huyeron de la escena del crimen, en Reynosa, Tamaulipas, dan muerte a balazos al Presidente del Consejo e Participación Ciudadana en Materia de Seguridad Pública, José Vásquez Solís.
En Torreón, Coahuila, en pleno centro de la ciudad, “desconocidos” acribillan y matan a dos menores de edad; en el Distrito Federal, detienen a secuestrados; en Reynosa, Tamaulipas, el Ejército asegura dos depósitos clandestinos de armas; en Frontera, Coah., secuestran a empresaria y piden un millón de pesos por liberarla; en el municipio de Ecatepec, estado de México, decomisan militares arsenal de armas, droga y celulares; en Piedras Negras, detienen a menor con mariguana para su venta; en Culiacán, Sinaloa, enfrentamiento entre dos bandas de narcos, deja un muerto y un herido; en Paracho, Michoacán, un comando armado irrumpe en la casa de un ex policía, en pleno centro de la ciudad y le da muerte; en Cuernavaca, Morelos, grupo de hombres armados penetran a una casa y acribillan a tres sujetos que la habitaban; en Pénjamo, Guanajuato, bala perdida mata a un chavo estudiante, cuando un guardia de Ferromex, dispar{o al aire para espantar a gente que robaba maíz de los furgones de ferrocarril; en Cancún, Quintana Roo, en la puerta de la casa del maestro Samuel Augusto Kú Uc, del colegio de Bachilleres “José María Morelos” estudiantes de su salón, le dejan nota con amenazas de muerte y cuatro balas, por haber reprobado a “colegas” de quienes advierten de su muerte al profesor Samuel Augusto; En Chihuahua, Chih., matan a dos hombres afuera de un autolavado; en Ciudad Obregón, Sonora, encuentran a una pareja abaleados, la mujer muerta y el hombre malherido; y, para terminar porque ya es demasiada sangre y violencia, federales aprehenden a nueve secuestradores, miembros de una banda que operaba en Coahuila y Tamaulipas, en la primera entidad mencionada, su centro principal de “operación o trabajo”, era Saltillo, Coah.
¿Estamos peor o no de lo que pasa en otros países y de los que tanto nos admiramos?(www.intersip.org)


