Los mexicanos somos muy dados a quejarnos casi de todo de nuestras autoridades y su pasividad para hacer las cosas o para actuar. Pero nada más porque nunca sale alguna propuesta para solucionarlo o mucho menos el hacer algo al respecto para no incurrir en cometer los mismos errores que criticamos. Ante la nula acción de las autoridades o su carente acción el ciudadano sin darse cuenta también se incorpora al sistema de lo criticable.
OPINIÓN
Por Guillermo Robles Ramírez
No es una medida recaudatoria
Los mexicanos somos muy dados a quejarnos casi de todo de nuestras autoridades y su pasividad para hacer las cosas o para actuar. Pero nada más porque nunca sale alguna propuesta para solucionarlo o mucho menos el hacer algo al respecto para no incurrir en cometer los mismos errores que criticamos. Ante la nula acción de las autoridades o su carente acción el ciudadano sin darse cuenta también se incorpora al sistema de lo criticable.
Nada más por mencionar un ejemplo están todos aquellos conductores que con el mismo ritmo acelerado a que nos vemos sometidos por la misma modernidad, sin darnos cuenta, nos presionamos al aumentarle la velocidad a los carros para tratar de llegar lo antes posible o bien porque hay algún otro conductor que tiene prisa y nos presiona encimando su vehículo como casi queriéndonos empujar por la parte trasera como indicador de que vamos muy despacio.
También existen aquellos ases del volante que tienen todo trazado por la mente como si supiera para dónde se moverán de carril los otros carros rebasándolos como si fueran objetos fijos de obstáculos. Pero también los hay como los que tienen complejos de directores técnicos porque coordinan cada movimiento de los semáforos en un crucero de cuatro esquinas en donde ya saben cuándo prende luz verde adelantándose unas cuántas fracciones de segundo en donde arrancan como si fuera una competencia de picadas de carros deportivos. También están los temerarios que se les gusta el aventarse el pasito de la muerte, es decir, sin hacer alto en la luz roja.
Sin importar cual fuese la circunstancia y sin darnos cuenta estamos infringiendo el reglamento de tránsito porque no por el hecho de que sigamos la misma velocidad de todos no significa que estemos respetando la velocidad máxima permitida en diferentes puntos de la ciudad, siendo éste un problema generalizado en todas las ciudades del país.
El pasarse la luz roja es una de las principales causas de los accidentes en las ciudades urbanas en donde además de los daños materiales, lesiones los más lamentables son las muertes causados por este tipo de imprudencia y evidentemente la alta velocidad. De acuerdo a los indicadores de seguridad en el país existe un porcentaje muy alto de muerte por accidentes automovilísticos.
Ante ésta misma preocupación en la ciudad de Saltillo, se implementó a partir el día de ayer el programa de infracciones electrónicas en donde no solo registrará aquellos conductores que se pasen las luces rojas sino también todo aquel que rebase los límites máximos de velocidad en los diferentes puntos de Saltillo, para posteriormente dicha multa llegará a los domicilios de cada uno de los conductores saltillenses.
Más allá que una medida recaudatoria, lamentablemente los mexicanos la única manera de que se le encienda el switch de la cultura del buen conductor es tomando medidas en donde más le duela a los automovilistas que son las infracciones, es decir, el bolsillo. Nuestra mente está acostumbrada a que éste switch de la buena conducta solamente funciona al momento de que entramos a algún otro país, como es el de los Estados Unidos en donde sin haberse informado previamente la buena cultura se prende de manera automática y utilizando la lógica de no cometer alguna infracción porque sabemos que allá sí aplican las multas de manera inmediata y además son caras.
El despertar esa conciencia del buen conductor de los saltillenses se vio en las primeras horas del día de ayer lunes porque fue el inicio del programa de las infracciones electrónicas en donde gran parte de los automovilistas a diferencia de otros inicios de semana su velocidad fue de manera muy moderada, es decir, despacio a otros días anteriores muy a pesar de que se trata de inicio de clases así como el regreso para muchos de Semana Santa.
No hay porque verlo como una medida recaudatoria porque nadie está obligando a pagar siempre y cuando no se infrinja la ley es como dicen “el que nada debe nada teme”.
Esta medida de la infracción electrónica será aplicable para cualquier saltillense inclusive para personal que trabaje tanto para el gobierno local, así como el estatal puesto que es un sistema que no se puede desprogramar una vez ya generado la multa por el mismo sistema.
Las autoridades esperan que ésta medida se vea reflejado en su primer año en bajar el porcentaje de accidentes automovilistas tratando de evitar más muertes causados por conductores imprudentes, pero su mayor porcentaje se esperará hasta el próximo año para aquellos que hicieron caso omiso a las multas y no puedan tramitar el pago de tenencia o cambio de placas por el cúmulo de infracciones generadas que tarde o temprano tendrá que pagar porque en caso contrario continuará el decomiso de vehículos por parte del Gobierno del Estado por no tener la papelería en orden y actualizada. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org