Doy por hecho que las actuales generaciones, al menos los que viven dentro de las zonas urbanas de los 38 municipios de Coahuila, desconocen que en los años muy del pasado, todos sin excepción bebíamos agua directa de las tuberías de la red domiciliaria de distribución de este líquido.
Mi Columna
El agua no se le niega…
Por Carlos Robles Nava
Doy por hecho que las actuales generaciones, al menos los que viven dentro de las zonas urbanas de los 38 municipios de Coahuila, desconocen que en los años muy del pasado, todos sin excepción bebíamos agua directa de las tuberías de la red domiciliaria de distribución de este líquido.
Posterior y poco a poco, comenzaron aparecer los conocidos garrafones de plástico con agua llamada en ese entonces como “agua electropura”, probablemente porque así se identificó la primera marca de venta en garrafones del agua, por cierto, esto hace 130 años.
No recuerdo en el caso de Coahuila hace justo cuantos años llegaron los garrafones de agua “electropura”, teniendo una ligera idea por ser todavía un niño, que fue hace poco más de 60 años cuando en Torreón empezó a escucharse sobre la famosa agua “electropura” que la compraban, al menos en esas épocas, los “ricardos” del barrio, los demás nos prendíamos de las llaves de la casa, de la manguera del vecino cuando regaba el jardín del frente de la casa o se “barría” a manguerazos las banquetas.
Allá por l991 al igual que a otros países de Latino América, en México se registraron los primeros casos de cólera, enfermedad que se dijo su principal contagio provenía del agua común y corriente o sea la que llegaba directamente por las tuberías de las tomas domiciliarias.
A partir de ese año empezó el desorden y desaforo de los mexicanos por el agua embotellada a tal grado que en la actualidad además de ser un multimillonario negocio para empresas certificadas sanitariamente y otras piratas que sin miramientos y concretamente por lo que hace a nuestro Coahuila, la falta de vigilancia permanente hay desalmados “comerciantes” de agua dizque electropura porque es sometida a un proceso especial y particular para la potabilización de este líquido que el llenado de los garrafones que dicen son de 20 litros, pero la realidad solo contienen 19, se viene haciendo y seguirá, en casas particulares con un “modernísimo y tecnificado sistema” que es con una simple manguera directo a cada garrafón.
Esto no es inventado por este columnistas, aunque ocasionalmente se hacen inspecciones y esto cuando hay quejas de distintos tipos por los compradores, hay algunas ciudades de Coahuila en donde inspectores de Salubridad Estatal, han clausurado y aplicado sanciones económicas a algunos “industriales aguadores” por ser sorprendidos vendiendo agua “electropura” y que viene directo de la llave domiciliaria, como antes de ingería.
En más de una ocasión, el titular de la Secretaría Estatal de Salud, doctor Héctor Mario Zapata de la Garza, ha declarado que el agua de la llave es totalmente potable y lista para beberse de manera directa o sea al muy antiguo estilo de “pegando la boca en la llave”.
Hago toda esta historia porque acaba de publicarse que México es el país del mundo que tiene el mayor consumo de agua embotellada. Esto lo avalan las firmas Fan México, Euromonitor International y Kantar Woldpanel. Al menos estos datos corresponden al 2014, ignorando si México seguiremos con medalla de oro mundialmente para este 2015.
El mercado mexicano en venta de agua embotellada hasta el año pasado, fue de 7 mil 792 millones de dólares, algo así como entre 90 mil y 92 mil millones de pesos mexicanos a razón promedio de 13 pesos por dólar, antes de la caída del peso totonaca.
El consumo per cápita es de 234 litros anuales por persona y estiman los conocedores en la materia que en los próximos 5 años se incrementará el consumo y ventas en un 15 por ciento.
El Fondo Mundial para la Naturaleza, opina que el agua embotellada es común y corriente a la que se nos vende y compramos de manera alarmante en los diversos envases de plástico desde 250 mililitros y hasta el enorme garrafón de 19.
Las mismas firmas que dan números sobre el gran negocio, señalan que los factores principales que nos ha convertido a los mexicanos ser bebedores compulsivos de agua es la desconfianza en la calidad del agua de la llave y su escasez en algunas regiones, además del mal servicio público en la distribución de agua domiciliaria, los impuestos a las bebidas azucaradas, una macro tendencia al consumo de algunos productos más saludables y a la falta de regulación.¿Será ?.(www.intersi.org)