Mi Columna
Quienes son más ratas
Por Carlos Robles Nava
Sin ser partidista, siempre he dicho que de todos los partidos políticos que en el pasado y presente ha tenido México, el más fuerte y me refiero mera y concretamente en la mente de los electores del país, es el Revolucionario Institucional.
Y, no precisamente porque el tricolor sea una institución vieja, pues es más que setentona, igual que Acción Nacional que anda con casi los mismos años que el Revolucionario Institución, pero solo dos sexenios en la Presidencia de la República, mientras que el tricolor ha tenido una más larga permanencia en el gobierno federal, además de contar en su haber con múltiples triunfos logrados lo mismo para gobernadores, alcaldes, senadores y diputados federales y locales, no por nada generalmente ha sido mayoría en el Congreso de la Unión, muy al margen de lo que pueda escribirse sobre el tema.
Respeto la opinión de los distintos sectores o ciudadanos, pero frente a los hechos no hay discusión como igual es la corrupción que vive México en que los funcionarios pertenecientes al Revolucionario Institucional han resultado los que más rascadas indebidas e improcedentes le han dado a los dineros públicos. ¿ Será por qué han sido más gobiernos priistas que de otros partidos políticos?. Quizás. Y, no se diga en compra de votos que también no hay que cerrar los ojos, pues tanto uno como otro de los partidos citados lo han hecho y más en los dos sexenios panistas presidenciables.
Un senador coahuilense panista del pasado, me repetía hasta el cansancio que ellos no eran corruptos, haciendo la diferencia sobre el PRI. Siempre le respondí que no conocía a ningún recién nacido corrupto, refiriéndome a que en la época antigua, los blanquiazul eran como las golondrinas, nomás aparecían en vísperas de elecciones y lógico es que si aún no estaban en donde había dinero, pues no tenían donde encajar las uñas, lo que de 20 años para acá las cosas han cambiado no solo en un partido, sino las corruptelas se han generalizado lo mismo en los partidos viejos que en los nuevos, al arribar a cargos públicos de cualquier tipo.
Desde cualquier ángulo que se vea, sin que nos gane la inclinación al partidismo que pudiéramos tener, pero si hay dudas, es más suficiente revisar la historia de México desde que se iniciaron el PAN y PRI, cómo fueron creciendo, sus campañas, etc.
¿De qué han servido las alianzas o coaliciones que el Revolucionario Institucional a firmado con los partidos chiquitos?. Sumar votos, claro, pero a un alto costo.
Los partidos, si es que puede llamársele a lo que se conoce como la “chiquillada” política, son: El Partido Social Demócrata, encabezado por Samuel Acevedo Flores; el Partido Joven, dirigido por Edgar Puente Sánchez; el Revolucionario Coahuilense, liderado por Abundio Ramírez Sánchez; y el Campesino Popular, de José Luis López Cépeda, para mayor identificación quien regentea a la Unión Nacional Agrícola de Trabajadores.
La imagen de cada persona, nos la hacemos nosotros mismos con el diario quehacer y es el caso como ejemplo lo siguiente: José Luis López Cepeda, del Campesino Popular y más conocido por las triquiñuelas que le publican en los medios de comunicación por “agandalles” que ha dado a los campesinos coahuilenses; Abundio Ramírez Sánchez, somos laguneros y en esas tierras tiene su fama, por cierto bien ganada, por el acarreo de gente para arrebatar tierras urbanas ajenas; de Samuel Acevedo, podríamos decir que no canta mal las rancheras, al margen de que ha brincado de un partido a otro.
Total, no me explico ese apuro o necesidad del PRI para acercar a estos cartuchos quemados, pues los que salen ganando son los partidos de la “chiquillada”, sino es que ya les cumplieron algunos caprichos para firmar el llamado convenio o “compromiso” electoral. (www.intersip.org)