Mi Columna
Pudrición del gobierno
Por Carlos Robles Nava
Al menos por cuanto hace a América Latina, los fármacos de todo tipo y en especial los de enfermedades terminales, son dos y hasta tres veces más caros que en el resto de los múltiples países que integran este Continente.
“Ojo Público”, una organización peruana dedicada desde hace años a la investigación en materia medicinal, pone como ejemplo unos cuantos casos incluidos en su estudio denominado “The Big Pharma Proyect/La Vida Tiene Precio.
Entre esas medicinas con precios muy altos y las recomendadas por los médicos especialistas son entre otras las indicadas para controlar la diabetes, el VIH y cáncer, está el antirretroviral Reyataz que en Colombia, cuesta 14 dólares, mientras en Perú, 24 dólares; y en cambio en México se eleva su precio más de un doscientos por ciento al venderse a 32 dólares.
Otro ejemplo es el Glivec para el cáncer, ya que en nuestro país se vende a 163 dólares; en Colombia, a 69 dólares y en Perú, 44.
Con estos precios, para un paciente mexicano con esos males le significaría un gasto de 26 mil 269 dólares al año y con base a la actual cotización del dólar todo se elevaría a aproximadamente 390 mil pesos, lo que queda fuera del alcance ya no de un simple trabajador de fábrica, etc., sino hasta de un profesionista.
¿Por qué esta anómala situación?: Por las prácticas monopolistas de las trece industrias farmacéuticas más importantes y poderosas del Mundo para mantener por más tiempo las patentes e impedir la entrada a México de fármacos genéricos, impidiéndose y obstruyéndose con ese esquema que los costos de las medicinas disminuyan o sean accesibles.
Una agravante más es que prácticamente la causa de este encarecimiento es la complicidad del gobierno mexicano al permitir que los precios sean fijados por la misma industria farmacéutica llevando esta anómala circunstancia al encarecimiento de esos fármacos.
Es criticable que por años el gobierno federal mexicano se haya mantenido de brazos cruzados, mientras los enfermos no tienen otro camino más que acudir al I.M.S.S. o I.S.S.S.T.E., si es que están afiliados y la otra salida esperar el fin de su vida por la falta de dinero para comprar medicamentos a tan alto precio.
Eternamente se ha hablado que en México y en otras naciones del mundo, la industria farmacéutica tiene en sus manos y maneja a su pleno antojo a los gobiernos en turno a cambio de enormes sumas de dinero que “reparten” entre las cabezas de las autoridades.
Cierto o no pero es una versión manejada por muchos años en nuestro país y con este estudio de “Ojo Pública” se confirma o bien da bastante credibilidad a la compulsa pública.
Se hacer saber que un paciente mexicano de diabetes que requiera la insulina “Lispro” gastaría en su tratamiento solo en un año, un total de 3 mil 789 dólares.
Por el mismo medicamento, en Colombia el precio es de mil 989 dólares al año y en Perú, 2 mil 942 dólares, siendo esto solo un poco de la pudrición que hay
Esto es tan solo un poco de la pudrición que hay en nuestro gobierno central justificándose el refrán de “con dinero baila el chango”, aunque cueste vidas de compatriotas. (www.intersip.org)