Mi Columna
Va en serio decomiso
Por Carlos Robles Nava
El contrabando de vehículos usados y traídos a México de los Estados Unidos, negocio de pocos con ganancias exorbitantes, comenzó a llegar a su fin, estimándose que en este momento se encuentra en agonía, pues en el reciente pasado 2015 ha disminuido hasta un 78 por ciento la entrada ilegal de esta chatarra motriz que además de estancar a la industria automotriz mexicana al reducir la venta de unidades motrices nacionales nuevas, generaron una enorme contaminación ambiental por las condiciones mecánicas de esos vehículos usados.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, por conducto del Servicio de Administración Tributario, dio a conocer la noticia, tras más de 30 años que fue próspero negocio para los líderes de organizaciones como ONAPPAFA, U.C.D., FRENOS y otras más con la falsa bandera de que traían vehículos “chuecos”, “chocolates” o “ilegales” para proteger el patrimonio de los que no tienen para comprar una unidad nacional, que a final de cuentas a sus incautos clientes les resultaba más caro el coche contrabandeado al pagar a los policías estatales y de caminos, cada vez que los interceptaban en la carrera, así como las cuotas por la “membresía” de la organización en la que dizque estaban afiliados y los “protegería” de los policías extorsionadores, claro sin morderse la lengua los líderes de las mencionadas asociaciones, organizaciones, etc., sin olvidar el engomado tanto por vez primera y la renovación anual que les acreditaba pertenecientes de alguno de esos mercantilistas organizaciones “protectoras”.
Desde el año pasado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación inició una exhaustiva investigación de varios Jueces Federales de Distrito, que junto con sus cercanos colaboradores se enquistaron negociando los amparos concedidos para permitir la entrada de los “chocolates” que aún cuando se instituía una serie de requisitos, quienes “verificaban” los amparos lo mismo en el puente que en las oficinas aduanales, se hacían los ciegos para no ver las normativas que deberían cumplir.
Paulatinamente, la S.C.J.N., fue suspendiendo a los jueces y “su” gente corrupta y aunque están pendientes de dos a tres Jueces Federales de Distrito más de procederse en su contra, la desgranada de esa mazorca de funcionarios centaveros se redujo al grado de que lógicamente fueron siendo cada vez menos los famosos “amparos” que no eran más que patentes de corso para llenar a México de una gran cantidad de chatarra.
Con menos ilegales, me refiero a vehículos, mayor producción de los nacionales, consecuentemente más producción e incremento de plazas laborales para al final de cuentas mucho más dinero circulante en beneficio de infinidad de sectores de consumo diario de las familias.
Por otro lado, los vendedores de vehículos usados, llamados igual loteros, se están viendo favorecidos con esta medida que tardada, pero por fin llegó tras actuar los magistrados de la S.C.J.N.
Hace unos cuantos días, un grupo encabezado por Barrios, líder desde hace años de la famosa Organización Nacional de Protección del Patrimonio Familiar, acompañado y seguido por un grupo de testaferros acudieron en “bola” al Congreso del Estado para exigir a gritos e insultos a los diputados locales que aprobaran un punto de acuerdo para que el gobierno de Coahuila permitiera la “regularización” de los “chocolates”, lo que fue rechazado por los legisladores.
Nuestras autoridades hacendarias tardaron, al igual que la Suprema Corte de Justicia de la Nación para actuar y hacer justicia a los miles de mexicanos que se ven afectados con la grave contaminación que causa la chatarra introducida ilegalmente, no olvidando que no pocos de esos vehículos “chocolates” contaban con reporte de robo en el vecino país del Norte, lo que significa que se están matando con un solo tiro varias calamidades como fue la esquilmada y engaño de que se hizo objeto a los compradores de los ilegales.
El decomiso de los chuecos, van en serio, eso es indiscutible.(www.intersip.org)


