MI COLUMNA
Justicia con sus manos
Por Carlos Robles Nava
Cansados y hartos de las fechorías que cometen en su perjuicio las pandillas de las colonias donde viven, además de la impunidad que reciben de las fuerzas policiacas, las familias de distintas colonias de Saltillo, Coahuila, anunciaron que se harán justicia con sus propias manos.
Las agresiones de los incontrolables grupos pandilleros de la ciudad capital coahuilense, les han “llenado el buche” a los colonos de los distintos asentamientos y explotaron haciendo público el martirio que vienen enfrentando desde hace varios meses por los ilícitos que cometen los grupos de pandilleros residentes en sus propias colonias.
La situación se ha agravado porque ahora los ataques y agresiones vienen de pandillas de colonias vecinas que cuando tienen enfrentamientos con sus rivales y los “revientan”, regresan con más malvivientes y la respuesta la hacen atacando las casas de los vecinos, siendo lo peor que en la mayoría de los casos salen a relucir armas de fuego.
Las tropelías de estos sujetos ya no se han concretado a peleas callejeras, sino con toda la impunidad que les brindan las corporaciones policiacas incendian vehículos estacionados en las afueras de las casas habiendo no pocas ocasiones que esos ataques con armas de fuego haciéndolos extensivos a las viviendas de los vecinos que nada tienen que ver en estas rivalidades pandilleriles que van en crecimiento y desbordamiento impunemente.
Familias de la colonia Bellavista, entre otras, ya advirtieron: “Si la policía no hace nada, vamos a conseguir armas de fuego para defendernos por nuestra cuenta”.
Las pandillas que cometen sus ilícitos en la Bellavista, son conocidas por el alias de “Los Galleros” y “Los Millonarios” que se han dividido el territorio, unos defienden el sector Norte y otro, el del grupo antagónico, el área Sur.
Estos encuentros en los que la peor parte la reciben las familias que nada tienen que ver en esas disputas territoriales y “muestras” de fuerza brutal, se registran cada fin de semana y por lo visto, al menos los vecinos afectados así lo dan por hecho, no tienen para cuando terminar en razón de la indiferencia del director policiaco, el mayor Clemente Yáñez.
Las familias que han elevado la voz, aunque no es escuchada por las autoridades, se sienten impotentes ante las tropelías de esos grupos, que insisten, son los fines de cada semana, siendo frecuentes los ataques con enormes piedras a las fachadas de las viviendas rompiendo puertas, cristales de las ventanas y dañando los vehículos estacionados en las cocheras o en la vía pública.
Los quejosos dicen “ya no sabemos quehacer”, pues la policía aunque se le pida auxilio telefónicamente no acude y deja a su suerte a los vecinos quienes reiteran que ya están hasta “el copete” y que no les queda otra salida o alternativa más que defenderse y proteger a su familia con sus propias manos.
Saltillo no es la excepción de esta problemática considerando los tres a cuatro municipios de mayor población de Coahuila, pero si es la ciudad en donde más ha crecido este problema y sobre todo que las autoridades policiacas hacen oídos sordos o bien cuando se les requiere para aplacar a los pandilleros, solo escuchan pero dejan a su propia fuerte al vecindario que tiene que sufrir por más tiempo los ataques de los pandilleros. (www.intersip.org)