MI COLUMNA
Tarde, pero llegó
Por Carlos Robles Nava
No por meses, sino por no menos de tres años, las carreteras vecinales o llamadas también caminos estatales de la serranía del Municipio de Arteaga, Coahuila, fueron abandonadas por sus autoridades locales ante sus pésimas condiciones asfálticas, siendo infinidad los baches y hoyancos que motivó una sensible baja en la visita de turistas, aunque esto no lo reconozcan sus autoridades municipales.
Por fin, el gobierno local arteaguense decidió ponerle mano a tapar al menos así se ha anunciado, de cuanto bache u hoyancos existente y que en ocasiones provocó accidentes en particular de grupos de motociclistas que gustan de recorrer y visitar este pueblo mágico.
Algunos pobladores de las comunidades rurales acudieron en repetidas ocasiones a las oficinas de la Presidencia Municipal de Arteaga, para pedir el arreglo de esos hoyancos y baches.
En las entrevistas que tuvieron con el Secretario del Ayuntamiento, Gabriel Urzua, quien el mayor tiempo funge como Presidente Municipal interino o en funciones, pues su titular se ha enclavado en San Antonio de las Alazanas, como una segunda sede de la Alcaldía, recibieron solo promesas de que “ya merito” harían el bacheo.
El tiempo transcurrió y los comuneros rurales arteaguenses no vieron hacerse realidad las promesas y por el contrario, sarcásticamente dicen que como “magia” cada día aparecían más hoyancos y profundos baches que en llegaron a ocasionar desperfectos mecánicos y en los neumáticos a los vehículos en los que hacen su movilización dependiendo de sus necesidades.
En serio y burlonamente, sus relatos los remataban refiriéndose a la aparición de tantos baches a que “seria porque Arteaga es pueblo mágico”.
La calificación oficial por las autoridades federales de turismo de pueblo mágico a cualesquier comunidad mexicana, obliga y compromete, al menos es lo que sobreentiende a mantener al pueblo con la mejor presencia e imagen posible.
Dentro de sus obligaciones no solo son los requerimientos del área o sector urbano, en particular del primer cuadro de la ciudad, sino también del buen estado de sus carreteras que convergen al pueblo mágico y que por seguridad deben conservarse en buen estado.
Los 6 pueblos mágicos de Coahuila, a partir de hace 3 a 4 años en que fueron declarados, han recibido anualmente recursos de la Federación vía Secretaría de Turismo, para que presenten su mejor cara a los visitantes sean nacionales o extranjeros, empero, es algo que algunos de sus ediles no entienden y se resisten a cumplir con una de sus tantas obligaciones.
Empero, no todos los alcaldes de estos pueblos mágicos cumplen y responden como se los encomienda la Federación, ya que en muchos de los casos llegan hasta desairar los recursos destinados al no retirarlos o disponer de ellos en tiempo y forma.
Mucho se esfuerzan las autoridades estatales en viajar a México y solicitar entrevista con las autoridades federales de turismo para “jalar” recursos que permitan el lucimiento de los pueblos mágicos.
La indiferencia mostrada por algunas de las autoridades municipales y en este caso las de Arteaga, defraudan la confianza que les depositó el gobierno estatal, además de la comunidad que gobiernan. (www.intersip.org)