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Carlos Robles

Disfruta la vida, pero

Mi Columna

Disfruta la vida, pero

Por: Carlos Robles Nava

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Disfrutemos la vida, pero no con cosas materiales, sino ampliando y teniendo más diálogo y cercanía con los hijos, la esposa y en general con toda la familia, factores que por diversas circunstancias se han ido perdiendo paulatinamente y por desgracia, en estos tiempos.

Es necesario instituir en nuestras familias el diálogo abierto y franco entre padres e hijos, al menos son los consejos impartidos por el presbítero Alonso Gaytán, de la catedral de Saltillo, Coah., para resolver problemas y evitar lamentables tragedias.

En su mensaje en estos tiempos en que por diversas circunstancias se han multiplicado los suicidios en todas las edades, el sacerdote Gaytán, dirigió una acertada recomendación a los papás en general para dejar a los hijos expresar sus emociones y que los padres aprendan a captar y entender el pensamiento de sus hijos que también dan experiencia.

Aconsejó que sea desde el interior de la familia de donde los padres e hijos deben hablar y tratar con madurez las situaciones de desestabilización emocional, indicando la necesidad de afrontar los problemas con madurez y con la participación de toda la familia en el interior de ésta.

En una recomendación acertada, el padre católico Gaytán, recalcó que es la familia la primera instancia de la sociedad para generar el bienestar y evitar las situaciones lamentables de pérdidas de vidas humanas a temprana edad.

Dijo ser un convencido de que es prioritario compartir con los hijos la verdadera felicidad de la vida y esto se hace con diálogo, acercándose y hablando con los hijos..

Luego entró en un tema a todas luces cierto y es lo que vivimos cotidianamente en estas épocas que es que la gente lamentablemente se preocupa más por lo material y se deja a un lado la convivencia y la vida.

“Siempre se piensa, por desgracia, que tener comodidades es estar bien, pero y cuando hay asuntos que lamentar es cuando se reacciona de cómo encontrar salidas a  los problemas y dificultades que hay a nuestro alrededor.

Otra verdad dicha por el padre Gaytán fue recalcar que los padres e hijos deben y tienen que aprender ser humildes reconociendo sus errores y ésta es una enseñanza más de la vida que debemos y tenemos que aprender.

Son estos sermones o declaraciones dadas por los presbíteros los que requiere la sociedad por ser tiempos en que se ha perdido la fe y el acercamiento a la iglesia católica, pero lo peor es que esta distancia ha llegado hasta el seno familiar a donde debe centrarse cada vez más para escuchar a los hijos y también lo hagan los padres con sus vástagos.

Desde mi personal punto de vista, esa es precisamente la verdadera  misión de los jerarcas de todos los niveles de la religión católica y las demás existentes que por diversos factores han ido perdiendo a fieles.

La sociedad en general, demanda y necesita una sacudida fuerte y enérgica para dedicar más tiempo a reflexionar si nuestra convivencia es la correcta dentro de la familia, núcleo de primer orden que debe recibir más atención, alejado de las cuestiones materiales. (www.intersip.org)