MI COLUMNA
Son más los “colgados”
Por Carlos Robles Nava
De los 2 millones 775 mil usuarios que tiene la Comisión Federal de Electricidad, un millón 150 mil no pagan su consumo, esto es exclusivamente de quienes tienen contrato formal suscrito con la paraestatal en mención, pues no hay que olvidar que representan también una millonada los usuarios que se “cuelgan” o usan los conocidos “diablitos” para no pagar.
Esa es la real situación de la Comisión Federal de Electricidad, revelada por la propia Comisión a través de la Plataforma Nacional de Transparencia, con fecha 23 de septiembre de este año, a través de una información dada por la Empresa Productiva Subsidiaria Suministrador de Servicios Básicos.
Sin quitar ni restar culpas, mucho del endeudamiento de esa empresa gubernamental que provee de energía eléctrica a la casi mayor parte del País, es por su desorden administrativo de no saber al cobrar lo que produce y suministra a las familias mexicanas.
Suman no cientos, sino miles los mexicanos que no pagan el consumo de luz porque se la roban de las mismas líneas que atraviesan por las cercanía de sus hogares, otros porque utilizan los famosos y conocidos “diablitos” para proveerse gratuitamente del energético, los hay los que recurren a modificar o hacer ciertos arreglos caseros a los medidores para que estos no contabilicen correctamente el consumo y cuanto asentamiento irregular se constituye, se “cuelgan” las familias de las líneas de la C.F.E.
Difiero de la posición de los líderes de grupos marginados que promueven protestas callejeras de sus “adeptos” exigiendo a la C.F.E., instalar sin costo alguno de los sistemas necesarios para llevar energía eléctrica a sus asentamientos irregulares, pues no podemos desconocer que esas familias en la mayoría de los casos pueden cubrir el costo aprovechando las facilidades que se otorgan en esos casos a través de los gobiernos municipales y estatal.
Amén de los abusos que cometen todos aquellos que no desean pagar un servicio que reciben como es la electricidad de su casa, el taller, el comercio, etc., no hay que descartar las enormes corruptelas cometidas por funcionarios de la misma Comisión Federal de Electricidad, que generalmente quedan impunes.
Los restauranteros de la Región Sureste del Estado, concretamente de Saltillo, están realizando en sus negocios “cortes” voluntarios de suministro de energía, como protesta por las altas tarifas eléctricas, pero jamás han levantado su voz para invitar o exhortar a todos los usuarios sin importar clases sociales o económicas a que cuidemos ese patrimonio que se acepte o no es de todos nosotros los mexicanos, pero somos nosotros mismos quienes no lo estamos acabando, unos por eludir el pago con una serie de artimañas y otros por sus latrocinios administrativos.
Están en todo su derecho de inconformarse por lo que les cobran en sus negocios por el consumo de la energía eléctrica, aunque en contra partida, los organismos que agrupan a esos comerciantes, jamás desde su existencia, han externado su preocupación por el saqueo que por decenas de años se vienen cometiendo en perjuicio de la C.F.E., pidiéndole a toda la gente en general a no seguir saqueando los recursos de la paraestatal.
En muchos países de Centro América, así como de Europa y otros continentes, las empresas gubernamentales generadoras de la energía, son un alto orgullo porque no hay que olvidar que sin electricidad no caminaría el mundo, por decirlo de otra manera, el crecimiento y desarrollo de esas todas las naciones del planeta. (www.intersip.org)