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Liliana García

Calentando corazones con una sonrisa

Calentando corazones con una sonrisa

Por Liliana García Navarro

Con el avance de la tecnología médica se ha logrado alargar la vida promedio del ser humano, aumentando la esperanza para aquellos que desean seguir viviendo; obviamente aumentando la tasa de población de envejecimiento o gente de la tercera edad.

Este deseo de coexistir con sus seres queridos, con su limitante de movimiento motriz propio de la edad, pero con un corazón joven y espíritu de la vida; en la mayoría de las veces tienen un choque con la realidad. Los  motivos son muy diferentes dependiendo de cada caso, pero lo que predomina en nuestro país es una falta de cultura a éste sector de la población y vulnerable porque en México durante años siempre se le ha identificado como un país joven.

Pero durante cuánto tiempo duraremos con esa identificación, si cada vez la situación económica es más dura que a base de tropezones de la vida los matrimonios planifican cada vez más la familia y no se diga de las medidas tomadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); que sin consultarle a los derechos habientes les colocan un dispositivo como forma de control natal, es decir, que dentro de unos años va a predominar como en los países occidentales la población vieja.

Por ésta misma razón para la mayoría de los mexicanos es poco común ver una ciudad donde predominen adultos de la tercera edad; en la que ha cumplido una persona con su ciclo de productividad en término laboral y económico para una familia a la que pertenece; representando una carga potencial de gasto para la familia a la que se integra desplazándolo en un rincón de la casa, reduciendo su vida social o en ocasiones déjandolos en las famosas casas o asilo del anciano provocando en lo familiar repercusiones como el abandono familiar social, aislamiento, falta de lazos afectivos y pasando a un sector vulnerable ante la comunidad.

Es por eso que hay que saber reconocer el mérito que tiene la presidenta honoraria del DIF Coahuila, Liliana Salinas Valdés, que siempre ha estado preocupada por éste sector donde, personalmente ha realizado innumerables visitas siempre con alguna sorpresa que logra sacar sonrisas y esperanza, matando así ese abandono que muchas veces sus familiares han hecho sentir, pero la señora, Liliana Salinas Valdés; convive con ellos en diferentes regiones coahuilenses, llegando hasta la última cabecera municipal de Coahuila, proveyendo todo lo necesario para darle una mejor calidad de vida a toda aquella persona de la tercera edad y platicando con ellos escuchando sentimientos encontrados de agradecimiento por un lado y por el otro historias de cómo han sido causa de abandono por parte de sus familiares, pero el mejor regalo que ha entregado la señora presidenta honoraria del DIF Coahuila, Liliana Salinas Valdés, es una sonrisa, logrando calentar sus corazones.

La señora Liliana Salinas Valdés, con su sentido humano y sensible entrega de amor y poniendo el ejemplo a la sociedad coahuilense hacia las personas de la tercera edad, dejando un claro mensaje de que ellos son personas, historia y conocimiento que nos pueden entregar una gran cantidad de sabiduría para crecimiento personal, familiar y sociedad. www.intersip.com