OPINIÓN
Por Guillermo Robles Ramírez
Mucho ruido y pocas nueces
“Multaran a quienes tiren basura en las calles, y escombro en lugares públicos”, titulares como el anterior se han leído infinidad de veces en los periódicos de diferentes cabeceras municipales de Coahuila, e incluso por parte de autoridades estatales.
Lo cierto es que, aunque existen leyes y fuertes sanciones económicas para quienes tiren basura en la vía pública, lo que sería muy positivo es que efectivamente ejecuten lo que hay en las leyes y normativas tanto municipales como estales, es decir, que apliquen la multas o castigos administrativos autorizados por el Congreso del Estado.
Pero la falta de cultura por parte de la ciudadanía le está costando muchos miles de pesos a nuestros Ayuntamientos.
La verdad, bueno fuera que efectivamente se hagan buenas las multas que dicen se aplicarán a los “cochinones” y no se trate solo de anunciarlo a los cuatro vientos, y demagogia, como ha ocurrido en cada administración local, estatal y federal.
Hay problemas graves y urge la intervención de las autoridades municipales, comenzando por los alrededores de los pequeños y medianos supermercados en donde se venden grandes cantidades de refrescos y aguas gaseosas con envase de plástico y desechables. El problema es que sus clientes a diestra y siniestra arrojan donde más se les antoja la bolsa vacía de las frituras, pastelillos, dulces, etc., que consumieron, así como los envases de aguas naturales, refrescos y jugos. Basura que se acumula mayormente los fines de semana siendo el domingo el día donde más porquería dejan en vías públicas, parques y jardines.
Las multas que se han ido incrementando con el paso del tiempo y que siempre se anuncia en los principales municipios de Coahuila, o al menos los considerados con mayor mancha urbana como Torreón, Saltillo, Monclova y Piedras Negras; siempre ha sido una medida que no les importa a los “cochinones” o gente sucia, puerca o póngale el adjetivo calificativo que usted quiera, pero se caracteriza por arrojar basura y escombros en las vías públicas. Pero insistimos que sería bueno que realmente se actúe, porque en infinidad de ocasiones es más el ruido que las nueces.
Los coahuilenses en nuestras diferentes ciudades donde vivimos, hemos escuchado durante años diferentes campañas publicitarias con canciones, cápsulas informativas y promociones para invitar a la ciudadanía a que no tiren desperdicios en la vía pública; pero nuestra gente necesita algo más para entender que hay que tener la ciudad limpia y para eso, por desgracia; sin embargo, la historia y la experiencia lo ha demostrado, es indispensable la sanción económica o sea la macana, porque muchos solamente y como el burro, caminan y entienden con el garrote.
Muy bueno fuera que, de las canciones bonitas y mensajes contagiosos, se pase a la multa si es que verdaderamente queremos tener una ciudad limpia y ejemplo estatal.
La obligatoriedad del cinturón de seguridad para quienes manejan vehículo, se impuso porque las multas se hicieron realidad y no fueron simples promesas. Bueno, ¡vaya!, hasta los taxistas se acostumbraron a usar el cinturón de seguridad y sin temor a equivocarme en este momento en Coahuila el 99 por ciento de los conductores llevan su cinturón.
Pero volviendo a los “cochinones”, no es justo que los municipios tengan que gastar mucho dinero para mantener más o menos limpias las calles, o bien la erogación fuerte para contratar trabajos temporales cuando se trata de limpiar los ríos llenos de basura; las principales avenidas y calles; cuando que con una poca de colaboración de todos los coahuilenses, se podría ahorrar muchos miles de pesos para destinarlo a obras para los sectores más vulnerables. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org