Críticos del cine han dicho que muchas películas de ciencia ficción, terror, misterio, drama, entre otros géneros están basados en hechos reales sobre todo aquellas de ciencia y espionaje. Sobre todo estás dos últimas en donde salen extraterrestres en invasión al planeta Tierra y aquellas en donde interpretan agentes secretos, aseguran que son ciertas aunque como cualquier otra película taquillera le dan su toque mágico para que el público asista a las salas cinematográficas.
OPINIÓN
Por Guillermo Robles Ramírez
Ébola: Evite Dallas
Críticos del cine han dicho que muchas películas de ciencia ficción, terror, misterio, drama, entre otros géneros están basados en hechos reales sobre todo aquellas de ciencia y espionaje. Sobre todo estás dos últimas en donde salen extraterrestres en invasión al planeta Tierra y aquellas en donde interpretan agentes secretos, aseguran que son ciertas aunque como cualquier otra película taquillera le dan su toque mágico para que el público asista a las salas cinematográficas.
En la historia del cine extranjero uno de los temas favoritos son aquellas de las que se hablan de epidemias esparcidas alrededor del mundo o simplemente a un país. Una de ellas inspirada en el fenómeno de la influenza H1N1 fue la inspiración para la película “Contagio” en donde relata cómo una pasajera en un viaje a una ciudad de Asia y es contagiada con una enfermedad en donde se desata un contagio a su nación de origen. También los clásicos fílmicos titulados “Epidemia”, Doce Monos, Exterminio y una larga lista de películas con el mismo tema en donde cada una de ellas tiene el mismo denominador en el cual el virus es transportado por un paciente cero en un avión para posteriormente ser liberado en otro lugar público para continuar su epidemia con el resto de la población.
Así de la misma manera como sucede en las películas se dio a conocer el día último de septiembre la confirmación del primer paciente con el virus de ébola en la ciudad de Dallas, Texas, después de una visita a Liberia en donde en aquel continente de África está confirmado un promedio de seis mil muertes causados por el virus de ébola. Aparentemente las autoridades estadounidenses dicen tener controlado la situación e inclusive el paciente infectado está aislado.
Aunque las autoridades sanitarias confirman que su contagio a los humanos es a través del contacto con un animal huésped infectado vivo o muerto (mono, murciélagos, antílopes, etc.) y se disemina de persona a persona por el contacto con la sangre, tejidos, secreciones y fluidos corporales del sujeto infectado, pero otro conducto de infección es con el contacto del equipo médico contaminado.
A diferencia de África en éste caso si sabe quién es el paciente cero en donde llegó a Dallas, Texas ya que en aquel continente no se tiene registro de la manera en que apareció por primera vez en un ser humano.
Mientras que en EE. UU., tratan de mantener la calma entre los ciudadanos estadounidenses, esto no ha impedido el pánico y dudas sobre todo la duda del por qué las autoridades no han tomado las medidas de precaución necesarias ya que por medio de las redes sociales están advirtiendo que se evite la visita a Dallas, Texas, ya que no se ha aislado para su observación al resto de los pasajeros quienes viajaron en el mismo avión quienes tuvieron contacto con el paciente ahora infectado de ébola en donde también había niños de los cuales asistieron a cinco diferentes escuelas, poniendo así en riesgo a los Estados Unidos a un brote de pandemia por este mortal virus.
El temor ante la llegada del ébola se sigue generando incertidumbre en cómo se contagia dicho virus en la que ha surgido el temible insecto chupa sangre como portador de la enfermedad: el mosquito.
En tanto las autoridades estadounidenses continúen el ocultamiento si realmente está en control o no para evitar un pánico que también afectaría la situación económica de nuestro vecino país del norte, poniéndolo en un estado de vulnerabilidad de seguridad prefiriendo arriesgar a su población, jugándosela el todo por la nada antes de hacer sonar una alarma antes de reconocer el descuido por no haber tenido bajo observación y hacer exámenes médicos al resto de los pasajeros. Aún más nunca pusieron un cerco sanitario en el aeropuerto para aquellas aerolíneas procedentes de África así como lo hicieron cuando inició el brote del virus H1N1.
En cuanto a nuestro país nuestras autoridades muy al estilo mexicano, es decir, al chingue su madre están muy pasivos y en espera a que los Centros de Prevención y Control de Enfermedades de Estados Unidos le de aviso a los mexicanos para que hagan algún cerco sanitario. Mientras tanto los vuelos con destino de Dallas al interior de nuestro país transitan libremente y sin ninguna preocupación o mucho menos probabilidad de que el ébola pueda hacer presencia en México.
Solo basta recordar las medidas tomadas por los EE.UU., cuando se registró el virus H1N1, en nuestro país en donde el congreso de los Estados Unidos debatieron fuertemente si deberían o no cerrar las fronteras con México, propuesta rechazada sin embargo la restricción al interior de ese país fue muy extrema hasta inclusive la autorización de la visa americana fue negada para muchos que se encontraban tramitando alguna.
Mientras nuestras autoridades sanitarias duermen en sus laureles o bien el temor de ofender a la nación más poderosa del mundo, de algo si es seguro que sí el ébola hubiera llegado primero a nuestro país; Estados Unidos no parpadearía ni un solo instante para tomar medidas e inclusive en cerrar las fronteras. ¿Cuál es el miedo? ¿Acaso nada más ellos pueden hacerlo? La realidad es que para nuestro país primero están los intereses de una buena relación que la seguridad de su población pero que mejor ejemplo y cultura que tienen los ciudadanos estadounidenses en estar previniendo al resto de su misma población evitar la visita a Dallas para evitar una pandemia. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org