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Carlos Robles

Son de adorno

Mi Columna

Son de adorno

Por Carlos Robles Nava

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Los diputados locales y federales, al igual que los Senadores de los congresos mexicanos han sido muy productivos en crear y promulgar un sinnúmero de nuevas leyes o reformar muchas de las actuales para hacerlas más “funcionales y benéficas” para la sociedad mexicana.

Empero, el “prietito en el arroz” es que en su mayoría esos trabajos legislativos quedan de simple adorno, pues no todo debe quedar en crear y reformar, sino otra parte fundamental y necesaria es contar no con los instrumentos legales para aplicar las sanciones, sino quien se encargará de esa etapa igual de importante que la cuestión jurídica y que es su vigilancia, respeto y aplicación.

En días pasados, La Comisión de Justicia del Senado, aprobó un dictamen para aplicar penas de seis meses a cinco años de prisión a quienes se dediquen a la crianza o entrenamiento de perros para dedicarlo a peleas caninas.

No es cuestionable, sino al contrario, la medida era ya una necesidad y consideramos que esta acción se había tardado, pues en México se ha elevado la cría de perros para peleas y específicamente nos referimos a nuestra Entidad, Coahuila.

Aquí, en estas tierras coahuilenses sábados y domingos de cada semana en municipios como Torreón, Saltillo y Monclova y en otros de menor población, han crecido desmesuradamente las “exhibiciones” de encuentros de perros criados y entrenados para dedicarlos a esas sucias e inhumanas peleas entre animales de su misma especie.

De estas acciones ilegales los cuerpos policiacos locales tienen conocimiento, además de  darles protección a los organizadores de estas luchas encarnizadas que muchas de ellas terminan con la muerte de alguno de los “contrincantes”.

Sobra decir la “protección” que se da a los organizadores o impunidad para permitirles esas ilegales “funciones” tienen un buen costo que como es conocido “del mismo cuero salen las correas” ya que esos “espectáculos” tienen un costo para los asistentes.

Y lo más grave no es que se cobre o no, sino que esos días y en dichos lugares el mejor negocio es la venta de bebidas embriagantes y más que eso, la de estupefacientes de todo tipo y no se diga de las apuestas con dinero sonante y constante.

Gracias a la impunidad que brindan las propias corporaciones de seguridad locales, estos negocios van a la alza cada día.

Si se duda de lo dicho aquí, es más que suficiente y preferentemente en domingo, dar un recorrido por los sectores de la orilla de nuestra ciudad para enterarnos de que la “vigilancia y protección” de policías municipales es tan obvia que lo primero que resalta son las patrullas en “compás de espera” en las cercanía de esas ilícitas actividades.

Los medios de comunicación en repetidas ocasiones han publicado y dado a conocer esta “mancuerna” entre organizadores y autoridades policiacas.

Insistimos, son importantes estas nuevas leyes y reformas, pero se convierten en adorno por la ausencia de una corporación específica que en realidad combata estas delictivas funciones. (www.intersip.org)