Mi Columna
¿Es bueno empistolarnos?
Por Carlos Robles Nava
No hay Entidad de la República Mexicana que en estos tiempos sus habitantes vivan con tranquilidad, pues la inseguridad se ha desbordado de distintas maneras mostrando su impotencia las autoridades de los diferentes niveles para detener la ola de delincuencia que está azotando a los mexicanos.
Y, no nos referimos solo a las actividades de la delincuencia organizada o sea esa que trafica con estupefacientes, bandas de tratantes de personas, de extorsionadores, de ladrones de identidades y de otros muchos delitos terribles, sino esta irregular situación abarca por igual en el caso de latrocinios a comercios, viviendas, bancos, asaltos callejeros, etc.
Esto ha obligado a los Congresos Estatales someter a consideración la votación de que la comunidad se arme como en otros países del Mundo, tal y como lo hacen los vecinos del Norte, donde sus leyes permiten a cualquier ciudadano mayor de edad a contar con una pistola o rifle para repeler cuando se pretenda asaltarlos o ser víctimas de una agresión a su persona o bien a cualesquier miembro de su familia.
Aunque en este específico caso no podemos dejar de mencionar que la cultura de los países en donde es permitido portar una arma de fuego para repeler una agresión física, viene de años muy atrás, cuando en México el tema sinceramente es una novedad, por lo que debe tenerse mucho cuidado en la decisión que se tome, antes de cometer un grave error por una decisión precipitada que a la postre resulte peor.
Los legisladores locales coahuilenses ya le entraron a este asunto y analizan en qué condiciones se dará a los ciudadanos la facultad de actuar para defenderse sea en caso de hurto en el interior de su vivienda, de su comercio, a bordo de su vehículo, cuando este en situación amenazante su familia, etc.
¿Es bueno empistolarnos o armarnos. Cuantos mexicanos sabemos manejar un arma de fuego. Sabremos emplear esas armas. Sería pretexto para que ladrones encubiertos anduviesen en las calles con pistola enfundada y oculta para usarla en la primera oportunidad y despojar de su patrimonio a un ciudadano?.
Para algunos coahuilenses esos son algunos de puntos importantes que nuestros legisladores locales deben y tienen que analizar cuidadosamente para no “empistolar” a la ciudadanía y sea peor el remedio que el trapito.
Planear o pretender la capacitación de quienes deseen armarse al “cuarto para las doce”, puede resultar más grave que el problema a combatir, no olvidando que en la mayoría de los casos las improvisaciones no son buenas consejeras.
Es verdad, no puede negarse que los delincuentes en general han rebasado a las autoridades locales y estatales en su obligación de brindar protección y seguridad a sus habitantes, sin embargo, la idea o propuesta no está descabellada aunque sí puede ser contraproducente actuar con presuma y antes no analizar los pro y contras sin que se convierta en una pelea partidista ni exhibicionista de cada fracción parlamentaria de cada Congreso Estatal. (www.intersip.org)