Mi Columna
La dejó el que se fue
Por Carlos Robles Nava

Con información falsa y totalmente distinta a la realidad, las autoridades estatales que se fueron encabezadas por su ahora ex gobernador, se mantuvo engañado a los coahuilenses todo el tiempo gritando a los cuatro vientos asegurando haber desterrado totalmente a la delincuencia organizada.
Esto, fue una vil y burla mentira para la comunidad entera al salir ahora a flote con los cada vez más constantes ejecutados que a diario hay en Piedras Negras, Torreón y la Región Sureste, particularmente en tierras de los municipios de Saltillo y Ramos Arizpe.
Los cárteles siguen posesionados de las principales regiones de la Entidad, con un crecimiento desmesurado en Torreón y Piedras Negras.
En la primera población no hay día que los medios de comunicación den cuenta de uno, dos y hasta más ejecutados tirados en terrenos baldíos, en las orillas de las carreteras que convergen a esa ciudad, además de que no faltan las víctimas en la afueras de sus propios domicilios en colonias pobladas y a plena luz del día pagan con su vida culpas propias o ajenas con el tráfico de estupefacientes, trata de blancas, extorsiones y otros delitos de “alto calibre”.
En infinidad de ocasiones las altas autoridades que se fueron rebatían la incidencia de ejecutados afirmando que eran asesinados en Gómez Palacio, Durango y que sus cuerpos los trasladaban a Torreón aprovechando la cercanía de las dos poblaciones mencionadas separadas solo por el Río Nazas.
Las ridículas afirmaciones jamás fueron creídas, sirviendo para la prensa escrita, radio y televisión, notas de “chunga” y de escarnio entre los mismos reporteros de las fuentes policiacas.
Por cuanto hace a la fronteriza Piedras Negras, muy a pesar de su eterna negativa de su inefable ex alcalde, Fernando Purón Johnston, de una comunidad tranquila y placentera en los últimos tres años fue creciendo como el principal refugio de grupos delincuenciales de esa zona del país.
Llegó un momento en que en esa ciudad aumentaron tanto los cárteles que fue imposible reducirlos con los elementos policiacos estatales de la corporación conocida como “Fuerza Coahuila” que inclusive se optó por retirarlos de esa plaza y destinarlos en otras regiones del Estado.
El gobierno del pasado fue impotente sino de eliminar este crecimiento desmesurado delincuencial al menos reducirlo, esto ni siquiera con la presencia de tantos grupos militares federales que han sido concentrados en Coahuila a petición del propio ex gobernador.
En Torreón, Piedras Negras, Ciudad Acuña, Saltillo y otras cabeceras municipales importantes del Estado han sido arraigados fuertes grupos militares a los que se les ha dotado de viviendas, escuelas y otra infraestructura para las familias, con la supuesta y frustrada idea del gobernador del pasado de que tantas corporaciones mílites provocarían la desaparición de las fuerzas del Ejército.
Miguel Ángel Riquelme Solís, gobernador entrante de Coahuila, vaya que le dejaron serio problema a resolver y por sus efectivos resultados como ex alcalde, diputado federal y otros cargos que ha ocupado en distintas áreas gubernamentales, hay la confianza de que sin tanto “mitote”, pero sobre todo mentiras, sabrá enfrentar este cáncer y solo resta darle tiempo al tiempo. (www.intersip.org)
