Mi Columna
Pobres abuelitos
Por Carlos Robles Nava
Están quedando para el recuerdo de las nuevas generaciones, los viejo tiempos en que la abuelita y abuelito eran tratados con mucho respeto, consideraciones, pero sobretodo, con amor y ternura de sus hijos, nietos y demás familiares.
Los abuelos del pasado, simbolizaban a la familia y era común que se convirtieran en los consejeros del hogar, no faltando en esas épocas la recomendación de los papás de decirle a la hija o hijo “vaya con su abuela o abuelo y pídale un consejo de lo que quiere hacer y me está usted platicando”.
Era tal la trascendencia en la jerarquía y autoridad de la familia que las abuelas o abuelos eran partícipes directos cuando una hija iba a casarse, pues además de que el pretendiente hiciera la petición al papá para conceder la mano de su hija, también tenía que acudirse al abuelo y en ausencia de éste a la abuela para dar el consentimiento del enlace.
Los tiempos han cambiado radicalmente al grado de que predominan los casos en que la abuelita o abuelito termina sus últimos años en la calle y lo mejor que puede sucederle es que los lleven a una casa o refugio de la tercera edad.
Las instancias creadas por el gobierno como son las instituciones que pueden defender y ver por los adultos mayores, lamentablemente existen de membrete, además de que quienes necesitan de ellas, desconocen ubicación y no se atreven a salir sin la compañía de una persona mayor que los cuide al caminar por las calles y exponga su dolorosa situación.
Duele decirlo, pero prácticamente los adultos mayores llegan a convertirse, por desgracia, en estorbo para muchas familias, sin considerar que en muchos caso ese viejo fue factor determinante para que las hijas e hijos tengan una vida placentera gracias al patrimonio que llegó a tener gracias a su trabajo y esfuerzo.
Sobran, por otro lado, los abuelos a quienes los despojan de sus bienes con engaños y hasta por la fuerza al grado de que son amenazados o de lo contrario serán lanzados a la calle.
Como en la viña del señor, de todo se da en la vida de los abuelos quedando en el olvido todo lo que les debemos porque el egoísmo y el abuso pueden más que la obligación de protegerlos después de que se entregaron a sus hijas, hijos y nietos.
Para darnos una ligera idea de cómo han cambiado los tiempos para estos adultos mayores, en días pasados se registraron estos vergonzosos casos que son solamente una breve muestra de la falta de consideración y respeto que hay para estos abuelos.
“Un joven de 20 años fue encarcelado por su probable participación en el delito de homicidio calificado en grado de tentativa contra su abuelo y su pareja, en la colonia Santo Domingo, de la Delegación Coyoacán”, en la ciudad de México.
Por otra parte, en la ciudad de Saltillo, la policía detuvo a Juan Carlos Quintero, de 20 años de edad, por arrebatarle el dinero que llevaba consigo un hombre de la tercera edad que imploraba caridad en uno de los cruceros de la capital coahuilense.(www.intersip.org)