La Región Carbonífera de Coahuila, sigue padeciendo de la ausencia de protección no solo de las autoridades federales y estatales del Trabajo, sino de otras muchas áreas y dependencias que si trabajaran conjuntamente, lograrían reducir sensiblemente antiguas anomalías y sobretodo, tragedias que siguen enlutando los hogares de los mineros de las diferentes regiones de la Entidad y no solo de la Carbonífera, pues hay que recordar que existen otras áreas de la Entidad en donde es común la explotación de minerales a cielo abierto o bien en explotaciones bajo tierra, incluyendo los conocidos y llamados “pocitos”.
Mi Columna
Mucha lengua, pero …
Por Carlos Robles Nava
La Región Carbonífera de Coahuila, sigue padeciendo de la ausencia de protección no solo de las autoridades federales y estatales del Trabajo, sino de otras muchas áreas y dependencias que si trabajaran conjuntamente, lograrían reducir sensiblemente antiguas anomalías y sobretodo, tragedias que siguen enlutando los hogares de los mineros de las diferentes regiones de la Entidad y no solo de la Carbonífera, pues hay que recordar que existen otras áreas de la Entidad en donde es común la explotación de minerales a cielo abierto o bien en explotaciones bajo tierra, incluyendo los conocidos y llamados “pocitos”.
Es un hecho y de ninguna manera es una situación reciente ya que su existencia se remonta a muchísimos años atrás, Coahuila no ha contado con una Delegación Federal de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, además de digna, con personal necesario y suficiente para realizar verdaderas inspecciones no exclusivamente sobre las condiciones de seguridad que existen en los yacimientos de carbón, sino también para obligar a los “concesionarios o explotadores” de las minas a tajo abierto que son las que más existen en Coahuila, pero que están desprotegidas por las más mínimas garantías que marca la ley respecto a prestaciones sociales y salariales, además y la contratación de “mineros” menores y precisamente esa falta de inspectores para mantener una permanente y constante vigilancia, ya que esa falta de personal permite a los concesionarios a ocupar a chavales que no rebasan en gran parte los 16 y 17 años.
Es toda una realidad que las minas o tajos de carbón a cielo abierto, trabajan con impunidad de la Delegación Federal del Trabajo y no precisamente porque esa “protección” se las brinde esa dependencia, sino porque los pocos elementos que la integran, no alcanzan para realizar supervisiones de seguridad, como tampoco la cuestión salarial, Seguro Social, así como otros factores.
Ha sido tanta la indiferencia del gobierno federal para dotar de equipo y personal de campo suficiente para acabar con la explotación de los mineros-carboneros de Coahuila, que ante su impotencia de hacerse escuchar en la ciudad de México, el gobierno de Coahuila hubo de saltar a la palestra aportando personal de sus diferentes áreas para apoyar a la Delegación Federal del Trabajo.
Además se ha recomendado y pedido a las direcciones municipales, apoyen en la vigilancia de medidas de seguridad en los propios tajos carboneros a cielo abierto.
¿ Hasta cuándo existirá la vista gorda y ojos ciegos del gobierno central?.
La semana pasada, precisamente el miércoles 7 de este enero, una víctima más cayó en el “Tajo Cloete”, en la villa del mismo nombre, cuando a un informado trabajador que operaba una máquina excavadora se le vinieron encima toneladas de tierra al estar maniobrando en uno de los tantos yacimientos de carbón a cielo abierto.
El funesto percance ocurrió durante la madrugada en terrenos propiedad de José María Rodríguez, quien al parecer en principio ordenó no proporcionar información sobre lo ocurrido, haciéndose casi 12 horas después de lo ocurrido.
La mayoría de quienes son contratados para trabajar en minas bajo tierra y a cielo abierto, es común y tradición que sus patrones no los registren en el Instituto Mexicano del Seguro Social, además de tener arreglos salariales leoninos, aprovechando y abusando de la falta de empleo en la Carbonífera.
Las visitas de supervisión y vigilancia de las autoridades federales del Trabajo, siguen siendo la constante como motivo y razón de percances trágicos.
¿Hasta cuándo seguirá está indiferencia de la Secretaría Federal del Trabajo y Previsión Social. Entonces a qué tanto viene a Coahuila, su titular Alfonso Navarrete Prida. (www.intersip.org)